En septiembre de 2022, después de siete años juntos y con una hija en común, Laura Escanes y Risto Mejide anunciaban públicamente su separación. Se ponía fin así a una de las historias de amor más mediáticas de la crónica social patria, que generó una enorme expectación debido a la importante presencia pública de ambos. Fueron años de encontrarse en la primera línea del papel cuché y en los que la relación entre el presentador y la influencer, veintidós años menor que él, provocó comentarios de todo tipo. Ahora Laura ha echado la vista atrás, sincerándose como nunca sobre cómo vivió su matrimonio.
Escanes era ya una modelo e influencer con proyección cuando salió a la luz que Mejide y ella habían comenzado una relación, allá por 2015. Pero su unión personal con el publicista multiplicó enormemente el foco recibido por la catalana a partir de entonces. Una exposición que derivó en críticas frecuentes, especialmente al principio de su romance. Un escrutinio constante sobre su historia de amor, las diferencias entre ambos o su posterior maternidad con el nacimiento de Roma en octubre de 2019.
A lo largo de los años, y salvo excepciones puntuales en las que sí se ha pronunciado, la influencer ha preferido siempre evitar, como normal general, el cara a cara con haters y críticas. Pero ahora ha abordado en profundidad el tema en una reciente entrevista con el diario El Mundo. Una charla con el periodista Iñako Díaz-Guerra en la que ha hablado de sus muchas experiencias vitales a sus 27 años, de cómo esquiva los temas espinosos en redes o dónde ve su futuro personal y profesional. Y se ha manifestado como nunca sobre el impacto personal que tuvo en ella lo mediático de su matrimonio con el presentador de 'Todo es mentira'.
Laura reconoce que durante años se sintió juzgada e hizo con ello lo que pudo. Según sus palabras, un cúmulo de circunstancias, entre ellas su propia edad, fue el causante de la tormenta mediática que generó su relación. "Desde fuera la gente me juzgaba sin darse cuenta de que era una niña", ha admitido, reconociendo haber evolucionado mucho en su forma de pensar desde entonces. Muy clara ha sido con respecto a la diferencia de años entre ellos, algo sobre lo que se había pronunciado recientemente: "Luego hubo mucho machismo también, el hombre mayor y la niña... Me hicieron sentir culpable de muchas cosas en las que no había nada malo. Me llegué a creer que lo estaba haciendo mal. Por suerte, he aprendido muchísimo", ha explicado.
La autora de 'Piel de letra' considera que la gente es "muy cruel", admitiendo que es ahora, después de tres años de terapia, comienza a ver resultados con respecto a quitarse culpa y presión. "Me he grabado en la cabeza que yo soy responsable de lo que yo hago, lo que digo y lo que yo publico, pero no puedo hacerme cargo de todo lo que la gente opine de mí", ha resumido, aclarando que anteriormente sí se hacía responsable de lo que se decía de ella.
En sus siete años juntos hubo "varios episodios difíciles de gestionar", ya que, según Laura, el enfrentarse a esto por primera vez provocó que se juntasen "muchos miedos, incertidumbres e inseguridades". Especialmente duros, según su testimonio, fueron los ataques con relación a la hija del matrimonio, así como la presión durante la separación, en la que vivió "momentos difíciles. Pese a todo ello, Laura intenta ser optimista. "He salido de eso mejor que nunca"