Desde muy pequeña, Anna Ferrer Padilla, hija de Paz Padilla, ha estado acostumbrada a los focos con motivo de la profesión de su madre. Sin embargo, la influencer, aunque no ha optado por seguir los pasos televisivos de esta, sí que se ha ganado un hueco en las redes sociales donde a día de hoy acumula más de 800 mil seguidores con los que comparte aspectos de su vida personal.
Era a través de su perfil de Instagram cuando el pasado mes de marzo, Anna anunciaba la noticia de que, tras meditarlo, había tomado la decisión junto a su novio, Mario Cristóbal, de irse a vivir juntos: "Me muero de ganas de esta nueva aventura juntos", escribió junto a varias fotografías.
En las cuatro primeras, la pareja posaba abrazada y entre besos, gritando a los cuatro vientos lo enamorados que están y la felicidad del momento. En la última de las instantáneas, mostraban la realidad de ese primer día conviviendo en el que, con el desorden que caracteriza a una mudanza, dejaban ver el aspecto del salón en el que disfrutaron de su primera cena precocinada mientras veían una película en un ordenador portátil que descansaba sobre una silla.
Desde ese momento, del cual está a punto de cumplirse un mes, Mario y Anna han dado un avance en su relación del que hace unos días la creadora de contenido nos hablaba durante la alfombra roja del evento organizado por YSL Beauty en Madrid.
Tras preguntarle cómo habían sido estas primeras semanas con su pareja bajo el mismo techo, Ferrer quiso mostrar la realidad: “Es verdad que yo paso todo el día por ahí de viaje y estoy poco en casa”, comenzó contando sobre las escapadas fruto de su trabajo. Sin embargo, la influencer quiso dejar claro que está más que feliz con el resultado: “Pero bueno, llegar y estar juntos la verdad que es muy guay, estoy muy contenta”, concluyó.
En octubre de 2022, la hija de la presentadora anunció su ruptura con su compañero de profesión, Iván Martín. Unos meses después, el amor volvía a llamar a su puerta de la mano de Mario: "Para nada deseaba encontrar el amor tan pronto, pero hay cosas que no se pueden planear. A eso me refería un poco con lo de "confiar en los tiempos de la vida" porque nunca sabes lo que te va a deparar. Al final lo mejor es dejarse llevar y disfrutar de lo que viene sin forzar, sin preguntarse, solo fluir", explicó entonces a través de sus historias temporales.