Parejas DADT: ¿en qué consiste este nuevo tipo de relación cuyo lema es "no preguntes, no digas"?
Frente a las relaciones poliamorosas, las DADT tienen otro tipo de límites
La base reside en el consenso entre las dos partes para seguir adelante con ese tipo de vínculo
¿Qué son las parejas LAT, el nuevo concepto de familia, y por qué está de moda?
Datos del INE de 2020 hablaban de alrededor de 11,5 millones de parejas constituidas legalmente como tal (casadas o de hecho). De ellas, 11,2 millones aproximadamente son parejas de distinto sexo, algo más de 70.000 son parejas formadas exclusivamente por hombres y cerca de 50.000, por mujeres.
Eso, en cuanto a tipos de pareja. Pero ¿cómo se aman esas parejas? En 2022, el estudio GESTIM-BBVA titulado 'La gestión de la intimidad en la sociedad de la información y el conocimiento. Parejas y rupturas en la España actual', hablaba de los cambios que se están operando dentro de esas parejas. Dicho de otra manera, las formas de amarse que van apareciendo en los últimos años. Y de él se extraen conclusiones interesantes. Por ejemplo, cómo la aparición de webs y aplicaciones para ligar ha redefinido los modelos de pareja y cómo es dentro de la misma donde se alcanzan pactos privados, límites y acuerdos de qué se permite o qué no.
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Y de acuerdos de pareja va la cosa. Vivimos unos tiempos en constante evolución y con una necesidad imperiosa de ponerle una etiqueta a todo (no en vano, estamos en plena era de las redes sociales). Y en el caso de las parejas no podía ser menos. Si hace poco te hablábamos de las parejas LAT, que tienen entre sus exponentes a Irene Villa y David Serrato o a Anabel Pantoja y David Rodríguez, hoy vamos a explicar en qué consisten las parejas DADT. Quédate con el nombre, porque enseguida te contamos qué las caracteriza.
"No preguntes, no digas": el lema de las parejas DADT
DADT son las siglas de "don’t ask, don’t tell", esto es, “no preguntes, no digas”. Es decir, cada miembro de la pareja se reserva el derecho a no contar nada de lo que hace fuera de la relación… y también a que no se le informe de lo que hace la otra parte. Es decir, existe, en principio, un silencio sepulcral acerca de los movimientos (amorosos o no, sexuales o no).
¿Qué diferencia a las parejas DADT de las relaciones abiertas?
Las relaciones abiertas o poliamorosas son aquellas en las que se mantienen dos o más relaciones a la vez, y la otra parte de cada binomio no solo es plenamente consciente de que hay más de una persona, sino que puede hacer lo mismo. Además, es habitual en este tipo de relaciones que todos se conozcan y mantengan una relación cordial.
Sin embargo, las parejas DADT no son exactamente poliamorosas, sino lo que también se ha dado en llamar “toliamorosas”. Es decir, mantienen o pueden mantener más de una relación y la otra parte lo tolera (de ahí el “toli”), pero no se habla abiertamente de ello.
¿Estamos hablando de infidelidades toleradas?
Pues… sí y no. Dan Savage, el columnista estadounidense que identificó este tipo de vínculos afectivos, entiende que a menudo puede haber relaciones ciertamente asimétricas, donde uno de los miembros está siendo infiel a su pareja y no sabe que esta conoce la situación. En casos así, quien sabe y no actúa está tolerando algo que la mayoría de las personas no aguantarían en su misma situación (romper y pasar página). A veces son las circunstancias económicas las que se lo impiden; otras, motivos simplemente afectivos (son incapaces de cortar con una relación a todas luces desigual).
Sin embargo el modelo de parejas DADT del que hablamos, el ejemplo en positivo, se refiere a dos cónyuges que tienen libertad para, como se dice vulgarmente, “echar una cana al aire” con la única condición de que no cuenten ni el más mínimo detalle (si se trata de algo casual, si es duradero, si es una persona conocida o desconocida…) o de que cuenten únicamente lo que saben que serán capaces de escuchar. Se aceptan las reglas del juego que ambos han definido.
La importancia del consenso y de poner límites
Dentro de este tipo de parejas, lo primero de todo es que tiene que haber un consenso entre las dos partes. Y un consenso no es precisamente que uno presione al otro para que acepte (una situación nada justa para con él o ella), sino que realmente los dos vayan a una en este sentido. Puede suceder precisamente en casos como las parejas LAT, donde la distancia puede hacer que pasen más tiempo separados del soportable y les apetezca tener un encuentro sexual esporádico.
Tras el consenso, también hay que acordar unos límites. Es decir, ¿qué no seríamos capaces de aguantar? Quizá que esa relación tenga lugar con un amigo o conocido. O que se mantenga en el tiempo. Sea lo que sea, y si estás o puedes llegar a estar en este modelo de pareja, tenedlo (tú y tu compañero/a) en cuenta.
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