Tamara Gorro y Ezequiel Garay comenzaban su relación en 2010, cuando ella era una de las participantes de ‘Mujeres y hombres y viceversa’ y el futbolista sintió un flechazo que le llevó a convencer a un amigo en común para obtener su número de teléfono. Entonces, ambos veían nacer una historia de amor fruto de la cual llegaba al mundo en 2015 su primera hija, Shaila, y dos años después lo hacía su hijo, Antonio. A pesar de que la pareja optó por tomar caminos separados en diciembre de 2022, para priorizar el bienestar de los más pequeños de la casa han continuado manteniendo un estrecho vínculo que ahora les unirá en las fiestas más mágicas del año tal y como la televisiva ha desvelado.
En el evento que Clinique ha celebrado este 28 de noviembre en Madrid, Tamara ha confesado a Europa Press la manera de celebrar las Navidades en su casa: “Yo siempre soy de cenar en Nochebuena en pijama”, ha comenzado explicando sobre la tradición que ha implantado en su familia, en la que son “muy poquitos y una piña”.
El clan prefiere ir “arreglado”, sin embargo, para dar la bienvenida al año nuevo en una Nochevieja que, en esta ocasión, Gorro pasará al lado de su exmarido: “El año pasado nos fuimos a la nieve con amigos, la familia que tú eliges. Este no os voy a engañar, tengo un jaleo… Este año, ni Ezequiel tiene pareja ni yo, por lo tanto probablemente lo pasemos juntos otra vez. Siempre lo decidimos a última hora: ¿Tienes a alguien? ¿Y tú? Venga pues… no hay nadie que se pueda enfadar”, se ha sincerado sobre las conversaciones con el que fuera su pareja durante doce años.
Para la relación que los dos mantienen a día de hoy, “han trabajado mucho” tal y como ella misma ha afirmado aunque no cierra la puerta a una reconciliación en el amor porque “nunca se sabe”: “No se sabe con Ezequiel, en la vida no se sabe… Pero por ahora Tamara está soltera, Ezequiel hasta hace media hora creo que sí…”, ha confesado desde el humor que tanto le caracteriza, alegando que si no fuera así, “no hace Nochevieja”.
Tras sus declaraciones, ha aprovechado para rescatar una anécdota que los dos vivieron junto a sus hijos en común cuando montaron el árbol de Navidad y se abrazaron ante la mirada de los menores: “Era para disimular con los niños, yo me emocioné y Shaila dijo ‘eh, aire’. En mi casa yo puedo estar con alguien pero mis hijos tienen un papá, el que yo he elegido”, ha sentenciado.
Y es que tal y como la influencer ha confirmado, “siempre decía que no quería amor” y continúa “sin querer buscarlo” aunque está centrada en “vivir cada instante” desde el fallecimiento de su abuelo: “La vida me ha cambiado para peor porque no lo tengo pero a mejor porque vivo cada instante”, ha concluido.