Laura Escanes y Risto Mejide ya advirtieron de que tenían problemas de pareja tras el nacimiento de Roma
Risto Mejide y Laura Escanes han puesto fin a siete años de relación
La pareja admitió problemas en su relación desde que nació Roma, su hija de tres años
El presentador se ha comparado con Tamara Falcó en su reaparición: "Me identifico mucho con ella, que no entre en redes"
Que la ruptura de Laura Escanes y Risto Mejide ha provocado sorpresa es evidente. Basta con revisar las redes sociales para comprobar el impacto que ha suscitado su separación. Sin embargo, por mucho que el final de su historia de amor nos haya pillado de improviso, habían admitido tener alguna complicación en su relación de pareja, especialmente tras el nacimiento de Roma, su hija en común, hace ahora tres años.
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De problemas de pareja, de cómo terminarían con la relación, de la convivencia o de las complicaciones que vivieron tras la llegada de su hija a la familia hablaron largo y tendido en 'Cariño, ¿pero qué dices?', el podcast conjunto que ambos lanzaron en junio de este año y en el que daban su punto de vista sobre los grandes temas de la vida.
Diferencias al hablar de una posible separación
En 'Despedidas', ambos daban su opinión sobre ese trago que es decir adiós. Y casi siempre llevaron su postura a una ruptura (también a la suya). Mientras la influencer manifestaba el rechazo que le provoca pasar página, y sobre todo verbalizar su necesidad de hacerlo, el publicista se mantenía firme en la idea de que la base de una separación sentimental está en entender "que aquello que ha durado hasta entonces ya no tiene sentido que dure más".
Esto, para Risto Mejide (que ya se divorció de Ruth Jiménez, madre de su hijo mayor), no tiene por qué suponer un "fracaso". "Hay gente que está en tu vida el tiempo que tiene que estar, te aporta muchísimo y esa etapa tiene un principio y un final, un inicio y un cierre", le dijo a Laura Escanes, que algo perpleja le preguntó directamente que por qué estaba dando por hecho que se fuesen a separar. El "todo lo que empieza tiene que acabar" con el que le respondió su marido parece una premonición de lo que se hizo oficial este domingo.
La paternidad, una "goma de borrar" para su relación de pareja
En el episodio que lleva por título 'Ser padres', ambos coincidieron en que tener una hija en común fue como una "goma de borrar" todo lo que habían experimentado hasta entonces. Si en su faceta como marido y mujer hubo "un buen momento" en el que todo estaba bien, ser padres "también te complica las cosas por naturaleza".
"Tú pasas de ser tú y tu pareja, tus salidas, tus planes y tus viajes solos. De golpe tienes que organizar tu vida con una persona que te cambia todo", defendían. Aunque, en otro orden de cosas, por supuesto admitían las bondades de haber tenido hijos. El presentador admitía entonces que para él ha sido "una maravilla" y su forma de encontrar la felicidad, pero que también "pasan cosas muy duras" cuando eres padre.
Pasan cosas muy duras cuando eres padre
El 'después' de la ruptura, una hipótesis con respuesta
'Conocerse' era el título del capítulo dos de este podcast. Y en él, además de tomarse con humor (y soltarse algún zasca en broma) las manías cotidianas que sacaban de quicio al otro, fueron más allá al defender que, en parte, seguir después de siete años era una cuestión de costumbres.
"Imagínate la pereza que daría empezar a conocer las manías de una persona nueva", le planteó Laura Escanes. Él, totalmente de acuerdo con esta afirmación, volvió a recurrir al humor para 'confesarle' que "muchas veces si no te he dejado ha sido por pereza, por conocer a más gente". "Volver a conocer a una persona, volverle a contar mi vida, presentarle a mis amigos, a mi familia...", enumeró con tono de hartazgo.
"Estamos juntos por pereza", coincidieron. Lo justificaron diciendo que, si en ese momento ya no tenían tiempo para dedicarles a los suyos, menos a gente que acaban de conocer. Sin embargo, en aquella ocasión y siempre con el humor 'tete a tete' que les caracterizaba en el podcast, Risto aseguraba que se había acostumbrado con cariño a una de los desastres caseros de Laura, que debían de molestarle al ser él, en sus palabras, un "maniático y control freak": "Yo ya le he encontrado el punto a que jamás, nunca, en siete años, hayas cambiado el rollo de papel higiénico".