Antonio Resines ingresó el pasado miércoles en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Gregorio Marañón por complicaciones derivadas del coronavirus. Según el último parte médico que se ha hecho público, el actor tiene una neumonía bilateral y se encuentra "estable dentro de la gravedad", está consciente y "no necesita ventilación mecánica".
A pesar de que en un momento el diario 'ABC' aseguró que el intérprete había sido vacunado con las tres pautas, la familia ha lanzado un comunicado en el que explican que había recibido dos dosis de la vacuna y estaba a la espera de la de refuerzo. "Antonio Resines ha sido y sigue siendo un férreo defensor de la vacunación para todo el mundo", ha querido dejar claro su círculo más cercano.
Uno de sus grandes apoyos en los momentos más complicados es Ana Pérez-Lorente, su pareja desde hace más de treinta años y la mujer con la que se dio el 'sí, quiero' el pasado año. Se conocieron en los años 90, poco después de que el actor se divorciarse de Marisol de Mateo, profesora de la Escuela General Básica, con quien tuvo a su hijo Ricardo. Tras la ruptura, el actor comenzó una relación con Estefanía Rueda, una ayudante de dirección a quien conoció durante un rodaje.
Según él mismo ha contado en más de una ocasión, Ana y Antonio se conocieron en un semáforo: "Ella iba con una amiga y yo con un amigo. Ellas ligaron con nosotros y fuimos a tomar algo”. Tras ese primer encuentro pasaron la noche bailando en una discoteca, pero no volvieron a verse hasta tiempo después.
Ana es productora, motivo por el que han tenido la oportunidad de trabajar juntos en más de una ocasión. Dirigieron el documental 'Historias de nuestro cine' y ella ha colaborado en la propia biografía de Resines, a la que titularon 'Memorias de un calvo', que se publicó en el año 2007.
A pesar de que han tenido varias crisis, en su segunda reconciliación decidieron que lo suyo era para "siempre". Eso, sumado a las diversas complicaciones de salud que tuvo el actor en los últimos años, les hizo tomar la decidión de darse el 'sí, quiero' por todo lo alto, pero debido a la pandemia tuvieron que aplazar la gran celebración y se conformacion con una íntima ceremonia y una comida con su círculo más cercano.