Un 8 de octubre de 1960 nacía Jorge Cadaval, mitad de Los Morancos, leyenda del humor cañí y "la persona favorita del mundo mundial" para Ken Appledorn, su marido. Con él lleva compartiendo experiencias desde hace casi dos décadas, desde que viajó de Detroit a Sevilla para aprender español y, por casualidad, se enamoró. Hace unos meses, la pareja celebraba 14 años de casados, un importante hito vital que reivindicaron públicamente a través de una declaración de amor mutua. Y hoy, con motivo del cumpleaños del cómico, han repetido catarsis.
Desde la distancia, alejado de su marido ("Ojalá pudiera levantarme hoy allí en Sevilla para desearte un día maravilloso y celebrar contigo"), el actor ha querido darle a Jorge un regalo diferente al escribirle una carta abierto en la que dedica varios "te quiero, rubio", le promete que estará "rodeado de mucha gente" en esta fecha tan especial para él y le pide que "disfrute" de su compañía.
Hace apenas unos días, el hermano mayor de César Cadaval sufría un inesperado susto de salud al tener que ser operado de urgencia por un cólico nefrítico que le provocó un dolor tremendo. Y quizá por este pequeño bache de salud, celebrar que hoy cumple 61 cobre más sentido que años anteriores.
"Come mucho pastel y mucha nata, que hoy no existe ni el azúcar ni los carbohidratos. Contesta los mensajes pero recuerda que mañana es otro día. Baila una bulería y dedícamelo. Haz un TikTok y ríete mucho. Da un buen paseo con los perros y respira hondo en el camino", le ha pedido Ken con amor, componiéndole una suerte de organigrama para que sepa aprovechar bien su gran día.
Para Appledorn, que estuvo a punto de ser padre junto a Jorge Cadaval hasta que la muerte de uno de los hermanos del humorista y una enfermedad de su madre les obligó a cambiar de planes, es un motivo de alegría que cumpla otro año y, por encima de todo, seguir compartiéndolo con él.
"Es fácil quererte y soy un suertudo de tenerte en mi vida", ha asegurado. Una dedicatoria que ha emocionado a gran parte de sus seguidores y que ha cerrado con una última petición: "Ah, y antes de olvidarme, guarda un trocito de pastel para mi vuelta, que lo celebraremos de nuevo".