Alejandro Sanz acaparaba esta misma semana los titulares de las revistas del corazón después de que llegara a un "acuerdo de divorcio totalmente satisfactorio" con su ex mujer, Raquel Perera. Una tortuosa guerra judicial a la que habrían puesto fin tras estar, durante este último año, intercambiándose demandas y solicitudes referidas a sus bienes y acerca de las custodias de los dos hijos que tienen en común –Dylan y Alma-. En todas estas batallas, el cantante habría encontrado un gran apoyo en Rachel Valdés, su pareja, que escribía un bonito mensaje al compositor después de que él hubiera firmado este jueves los papeles que ponen punto y final a su relación con la empresaria.
"Qué bonito es enamorarse de un corazón honesto. De un amor que no tiene ganas de ser pasajero. De alguien con quien puedes compartir tus locuras y tus más grandes sueños", dedicaba estas bonitas palabras la cubana a su novio en los stories de su Instagram –donde cuenta con más de 27 mil seguidores-. Un romántico gesto que tuvo una respuesta escueta pero clara por parte del intérprete de 'Mi persona favorita': "yo también te amo", aseguraba emocionado acompañando la frase con un emoticono de un corazón.
Los desacuerdos entre el exmatrimonio comenzaron cuando ambos solicitaban que el proceso legal del divorcio se realizara en países diferentes: él en nuestro país -alegando que aquí es donde se firmaron las capitulaciones matrimoniales- y ella en los Estados Unidos. Una disputa que se fue recrudeciendo con el tiempo, a pesar de que transmitieran en un primer momento que habrían acabado en muy buenos términos: “Decidimos amarnos para siempre y así será. Lo eterno tiene la complejidad y la ventaja de transformar las maneras de amarse en otras direcciones, sin destruir el cariño, la lealtad y la responsabilidad conjunta sobre nuestros hijos”, explicaban en un comunicado.
Raquel habría exigido a Alejandro, en un primer momento, una pensión para sus hijos –donde vendrían incluídos diferentes seguros, gastos escolares y campamentos, entre otros- y una pensión por su “contribución y ayuda al éxito profesional”, a la que habría que sumar un seguro de vida y el reparto equitativo de los bienes obtenidos durante los 12 años de relación. Unas solicitudes que no habría aceptado el cantante, que habría rebajado la cantidad solicitada –unos 40 mil euros mensuales- a más de la mitad: 15 mil.
Un conflicto que habrían solucionado, finalmente, de manera amistosa. Perera habría decidido ceder y habría hecho las maletas para regresar a España junto a sus dos hijos, como confirmaba en exclusiva la revista ‘¡Hola!’. Un nuevo comienzo para Raquel que habría asumido por el bien de sus dos pequeños, para asegurarse de que pueden disfrutar de sus dos progenitores. En sus redes sociales, Perera solicitaba –al saltar la noticia- “un respeto para su intimidad”, tras confirmar que habrían firmado un pacto.
Meses después de la ruptura de este matrimonio, se empezaba a relacionar al intéprete de 'Amiga mía' con esta cubana de 30 años. Rachel Valdés es una modelo que cuenta con su propia empresa de arte. Entre las disciplinas que controla se encuentra la pintura y la fotografía, exponiendo sus obras en sitios tan reconocidos como el Times Square de Nueva York. Además, esta artista castaña de ojos claros tiene un niño de 5 años, fruto de una relación anterior. Un idilio que habría tenido su confirmación un año después de haber empezado a verse, cuando acudía de la mano del cantante a la ceremonia de los Grammy Latinos, llegándose a besar justo antes de recoger uno de los premios.