Fue la noticia del miércoles. De forma inesperada, después de semanas en las que creíamos haber sido testigos de la complicidad extrema entre Aitana y Miguel Bernardeau durante la promoción de ‘La última’, su primera serie juntos, Lecturas informaba del fin de su relación. Muchos, los más incrédulos ante esta supuesta ruptura, pensaban que se trataba de una fake news. Otros, según iban pasando las horas de la publicación de la revista, empezaron a hilar. Y la artista, tras doce horas de silencio atronador en las que ni ella ni él se pronunciaron al respecto, decidió plantar cara a la actualidad y hacer una petición a los medios de comunicación en una fiesta organizada por Yves Saint Laurent.
Aunque ni confirmó ni desmintió su separación del que ha sido su novio desde hace cuatro años, basta con prestar un poco de atención a lo que expresó Aitana en ese photocall para entender su situación. Y también para desentrañar su estado sentimental. Lo primero que hizo nada más ver la intención de los compañeros de conocer su versión fue dejar claro que, como saben “perfectamente”, ella “nunca” habla de su vida privada y este evento “no iba a ser una excepción”.
Eso sí, consciente de que es un personaje público, de que ser objeto de interés mediático es “una consecuencia” de su trabajo, de que aunque “sea un rollazo” para ella “es lo que hay”, sí quiso hacer una petición desesperada ante ellos: “Os lo digo con la mano en el corazón, para ver si me podéis ayudar, no me grabéis en casa. Porque está empezando a venir mucha gente, hombres, a las tres de la mañana, a las cuatro de la mañana. Yo estoy sola y lo paso muy mal. Tengo mucho miedo”.
Ese “estoy sola” que ya respondía a la pregunta de si había roto o no con Miguel Bernardeau ya valía. Y también cuadraba con la información de Lecturas, que aseguraba que el actor al que todos conocimos gracias a su participación en ‘Élite’ había abandonado el domicilio en el que convivían para regresar a la casa de sus padres, Ana Duato y Miguel Ángel Bernardeau. Sin embargo, alguien ahí presente contestó a esta llamada de auxilio de Aitana con un “pero si no confirmas te seguirán persiguiendo”.
La artista, que dentro de una semana cerrará su tour de ‘11 razones’ con un último concierto en el Wizink Center de Madrid, respondió a este argumento alegando que ella lo único que quería era “calmar las aguas”, hacerse entender ante una realidad que está empezando a ser preocupante para ella y tranquilizar a su público con un honesto “yo estoy bien, no os preocupéis”.