No están siendo unas navidades fáciles para Tamara Gorro. Más allá del evidente tsunami familiar que implica una separación como la suya, con la que puso punto y final a más de una década de matrimonio con el que es el padre de sus hijos, la reciente pérdida de Valeria, su "princesa", está haciendo que unos días que tendrían que ser de celebración se vean algo empañados. Así lo ha expresado ella misma en la entrevista que abre esta noticia, donde hace balance de uno de sus años más complicados y verbaliza los retos que pretende superar para el que estamos a punto de estrenar.
Ante la pregunta de cómo se plantea estas fechas, la influencer no ha dudado en calificarlas de "un poco tristes". A pesar de que siempre le ha gustado la Navidad, especialmente desde que nacieron Shaila y Antonio, el duelo en el que siguen inmersos por la temprana muerte de la que consideraba su sobrina ha variado su forma de plantearlas. Mantener la fundación que creó junto a ella para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer está ayudándola a digerir este difícil proceso. También el hecho de poder seguir disfrutando de sus "yayos", su otra gran prioridad. De ahí que, aunque le falten fuerzas, las intente sacar de donde sea.
Aunque su idea sea pasar la Nochebuena "en pijama", esto no tiene nada que ver con que mantenga el ánimo en una cena tan especial como esta. Preparará "gambitas, gulas, patatas panadera y cordero" con su abuela, a la que le sigue encantando cocinar. Bailarán juntos en la sobremesa, donde suele poner temazos de Isabel Pantoja o de Raphael para que los mayores se mantengan activos. Y en Nochevieja, una fecha mucho más festiva, ya será el momento de arreglarse y dar carpetazo a un 2022 lleno de malas noticias.
"Es tradición. Yo me compro un vestido de estos de cincuenta euros que luego no te vuelves a poner, lo recorto y me pongo a bailar para dar la bienvenida al año. Dejamos atrás lo malo y damos la bienvenida a lo bueno", ha prometido, reivindicando (como siempre) que sonreír y celebrar en momentos puntuales no se contradice con el hecho de estar atravesando una dura enfermedad mental como la que le diagnosticaron hace ya dos años y de la que espera salir en los próximos meses.
Lo más probable, tal y como prometió al anunciar su ruptura definitiva, es que Ezequiel Garay forme parte de alguna de estas citas. Así lo acordó con él cuando optaron por terminar una relación sentimental que ahora es de amistad, sobre todo por el bien de los niños que siguen teniendo en común. La última muestra de ello nos la dieron en el cumpleaños de Antonio, su hijo menor, por el que la ya expareja se dejó ver unida a través de las redes sociales de la colaboradora de televisión.