Kike Sarasola y Carlos Marrero han decidido separarse tras 30 años juntos (16 años como matrimonio) y dos hijos en común. La pareja, que hace unos meses tomó la decisión de darse un tiempo para no llegar a este punto, han puesto finalmente punto final a su historia de amor por un desgaste de la relación. Así se lo ha confirmado el empresario hotelero a los compañeros de Vanitatis. "Es una situación triste porque cualquier ruptura supone momento complicados y más cuando nos seguimos queriendo", admite.
El fundador y mayor accionista de la quebrada Room Mate ha desmentido la existencia de "terceras personas", recalcando que su ruptura es el resultado, única y exclusivamente, de un "desgaste" que no han sabido resolver. "El COVID nos ha pasado factura y necesitábamos nuestro espacio y tiempo para cada uno. Estamos ya separados desde hace un tiempo, pero no es definitivo. El tiempo será nuestro mejor aliado. Son 30 años que hemos pasado juntos y felices", reconoce que han sido "años muy duros" para la pareja.
Su trato sigue siendo cordial e incluso siguen viviendo próximos el uno del otro por el bien de los menores. "Vivimos muy cerca y, por lo tanto, no hay problema para el tema de la vida cotidiana de los niños, en la que Carlos y yo seguiremos compartiendo muchas cosas", insiste en que es una separación amistosa. "Carlos ha sido mi pareja durante muchos años y ahora tomamos caminos diferentes en el aspecto afectivo, pero no como padres. Vamos a seguir trabajando juntos y compartiendo la vida con nuestros dos hijos, que es lo más importante para los dos", ambos buscan que los niños "no lo pasen mal" con su separación.
En una reciente entrevista con Risto Mejide, Sarasola dejó claro que la faceta a la que más atención le presta en su vida es a la de ser padre junto a Carlos, más conocido como Charly, quien ha sido su gran apoyo en estas tres últimas décadas. "Estoy disfrutando con mis dos hijos como un enano. Creo que si los tuviera con 25 años, no los disfrutaría como ahora'', contaba el empresario, que confesaba en este espacio que no estaba dedicando a Enrique y Aitana, sus hijos, "tanto tiempo" como quisiera.
"Mi marido es un padrazo, se sienta a tomar el té con mi hija con 16 muñequitos, pero yo no puedo… gracias a dios tengo a Carlos que lo hace… y lo hace muy bien’’, r a Rieconocíasto, que advertía a su invitado que se estaba perdiendo cosas importantes irrecuperables. ‘’Con Enrique estoy intentando no tener ese fallo, con Aitana sí lo tuve. Me pilló en una época más convulsa, tenía que estar más pendiente de la empresa’’, hacía saber al publicista, a quien contó que estaba encontrando cierto equilibro al fijar una norma no escrita de pasar todos los fines de semana en familia.