Ha pasado un año desde que Alejandro Sanz y Raquel Perera hicieran pública su separación a través de un comunicado Una ruptura que parecía acabar en buenos términos: "Nuestra familia está por encima de cualquier cosa, es diversa y bella como la vida y así permanecerá. El mundo cambia, nosotros también, siempre amorosamente". A pesar que desde entonces ambos parecían tomar de forma amistosa caminos independientes –el cantante incluso empezaba una nueva relación con Rachel Valdés-, los diferentes desacuerdos en los términos de su divorcio provocaban que empezaran a intercambiar diferentes demandas y solicitudes referidas con sus bienes y con los dos hijos –Dylan de 9 años y Alma de 6- que tienen en común.
Ahora parece que la guerra judicial entre ambos ha tocado su fin. El exmatrimonio ha firmado un documento que certifica que ya no son marido y mujer, logrando llegar a un acuerdo que ratificaran el 3 de septiembre, según explica la revista ¡Hola! en sus páginas. La empresaria habría decidido ceder y regresar a España para que los pequeños puedan disfrutar con total flexibilidad de sus dos progenitores. Un nuevo comienzo para Raquel, que deja atrás su vida en Miami para empezar de cero en nuestro país. Perera ha confirmado esta resolucion entre ambos a través de sus redes sociales, donde ha asegurado que este convenio ha sido "satisfactorio para ambas partes" y "solicitando un respeto para su intimidad".
Sus principales desavenencias habrían surgido cuando el intérprete de 'Amiga mía' decidía luchar para que el proceso legal se llevara a cabo en nuestro país y su exesposa no estuviera de acuerdo, queriendo finalizar con su relación en los Estados Unidos. Una situación que conllevó a que Sanz presentara en los juzgados de Pozuelo de Alarcón la demanda de divorcio, mientras que Perera hiciera lo mismo, pero en Miami. El medio mexicano 'Ventaneando' accedía a las solicitudes que Raquel exigía al compositor: además de una pensión para sus hijos -en el que incluye dinero para gastos escolares, campamentos, seguros médicos o dentales entre otros-, ella reclamaba un seguro de vida y una pensión por su "contribución y ayuda al éxito profesional, al reorganizar sus compañías y sacrificio personal". Una cantidad de dinero que le acompañaría un reparto equitativo de los bienes obtenidos durante los 12 años que duró su noviazgo.
Alejandro habría dirigido un extenso escrito a la corte de Miami en la que señalaba que su expareja no estaba actuando de buena fe y que su separación se debía solucionar en España, ya que es donde se habían firmado las capitulaciones matrimoniales. Asimismo, Sanz se habría negado a pagar la cantidad que su exmujer solicitaba, rebajando los 40 mil euros mensuales a 15 mil. Una petición que habría tenido una nueva respuesta de Raquel, haciendo más tortuosa esta separación. Ahora todo ese conflicto se habría quedado atrás, ya que parece haber finalizado de manera amistosa, llegando a un pacto común y solucionando todos los asuntos que refieren a sus dos hijos.