La noticia llegaba el pasado miércoles por sorpresa a los quioscos. Después de catorce años de relación, trece como matrimonio, Manuel Martos y Amelia Bono. Lo hacían, según pudo confirmar la revista ¡Hola! y posteriormente confirmaron los protagonistas, a través de un acuerdo amistoso y meditado. El medio asegura que la existencia de terceras personas no habría sido ni mucho menos la causa de su separación. Pero hubo un dato de su futuro en común que llamó la atención por inusual: su intención de continuar viviendo bajo el mismo techo, en su impresionante casa de Aravaca, tras la ruptura.
La hija más mediática del exministro José Bono y el hijo del cantante Raphael, que en estos momentos ostenta el cargo de responsable de A&R, director artístico y productor ejecutivo de Universal Music Spain, no tendrían pensado cambiar de domicilio en el corto plazo. La razón es clara. "Seguirán siendo una familia porque se adoran, porque entre lelos existe mucho cariño y porque el suyo ha sido un gran amor", explicaba la revista del saludo. Sin embargo, el principal motivo de esta decisión, que podría ser provisional, sería el bienestar de sus cuatro hijos.
Esta fue una de las primeras cuestiones a preguntar por la prensa en la primera aparición pública de Manuel Martos tras la filtración. "Bueno, pero eso no pasa nada… Eso es la normalidad total, y eso es el cariño y el amor que nos tenemos. No pasa absolutamente nada", recalcaba, justificando esa opción de no bifurcarse en dos residencias para que los pequeños se adaptasen con más facilidad a la separación.
Una declaración de intenciones sobre la que insistieron el pasado viernes en un comunicado conjunto en el que hacían oficial la ruptura. "Seguiremos juntos y unidos toda la vida por nuestros cuatro tesoros, que son lo más maravilloso que tenemos, y por todo lo que han significado estos años juntos", explicaban con honestidad, asegurando que el amor y el cariño mutuo seguiría siendo "igual de importante, igual de bonito, igual de grande, pero diferente".
Al ser una de las parejas más queridas y longevas del papel couché, el nexo en común de dos grandes sagas como son los Bono y los Martos Figueroa, todos hemos sido testigos de los grandes hitos que han vivido en lo personal. Concretamente cuatro, si tenemos en cuenta los nacimientos de Jorge, de doce años, Manuel, de diez, Gonzalo, de seis, y Jaime, de cuatro, con los que formaron una familia extranumerosa que pretenden mantener unida a pesar de esta desvinculación sentimental.