"Ezequiel y yo nos vamos a tomar un tiempo como pareja, como matrimonio. Nos vamos a separar, que no a divorciar". Con estas palabras anunciaba Tamara Gorro la difícil decisión que han tomado tras doce años de relación y dos hijos en común. La presentadora, sin poder contener las lágrimas, publicaba un vídeo en sus redes sociales para evitar cualquier tipo de especulación ahora que comienzan estos trámites de separación.
La influencer ha explicado que han tomado una decisión "muy adulta y ejemplar" para ellos y para sus hijos, por eso han preferido "parar a tiempo" con la esperanza de recuperar y terminar la vida juntos como siempre han querido. "Esto no viene de ahora, viene de hace tiempo. Pasas baches, por eso siempre he dicho que no somos un matrimonio perfecto, pero llega un momento en el que te estancas y tienes dos opciones: o continuar y que no tenga solución o, como hemos optado nosotros, tomar un descanso con la fé y esperanza de volver juntos", ha detallado.
Tamara Gorro ha hecho una mención especial a la "familia admirable" que han formado juntos a lo largo de estos doce años de relación. La presentadora no ha querido mencionar a los niños porque considera que es algo "que no se debe cuestionar" y que siempre primará el bienestar de los menores por encima de su relación. Es por todo eso que cabe recordar el duro camino que Tamara y Ezequiel vivieron para formar una familia y tener a sus dos hijos: Shaila, que tiene seis años; y Antonio, que tiene cuatro.
En el año 2015, la presentadora y el deportista cumplieron su sueño de ser padres por primera vez. Tras más de tres años de lucha intensa, la pareja recibía “el regalo más deseado” que les había concedido la vida. Su hija Shaila nació a través de gestación subrogada en Los Ángeles y dos años después, la influencer se quedaba embarazada por reproducción asistida y daba a luz a Antonio, su segundo hijo.
Antes de tener a sus dos hijos, Tamara vivió "los peores años" por no poder quedarse embarazada. "Yo vi llorar a mi marido una vez, por lo mal que lo estaba pasando, y me sentía culpable. Entonces decidí no hacerle sufrir más. Las preguntas de la gente eran un agobio tremendo. Me puse en manos de una psicóloga, pero no sabía que existía la figura de un psicólogo especialista en este tema. Habría sido la primera en pedir ayuda”, reconoció hace unos meses en una charla que publicó en su canal de Youtube.
Hace unos meses, en una entrevista exclusiva para divinity.es (que puedes volver a ver en este vídeo), la presentadora nos contaba el motivo por el que paralizó el proceso de adopción. A pesar de aquel bache, la infuencer continuaba en su lucha por ser madre otra vez.
"Ahora empieza mi lucha, ¡a por otro bebé!”, decía emocionada el pasado verano a través de sus redes sociales. El problema, como ya ha explicado en muchas ocasiones, es que la empresaria no puede ser madre de forma natural y debe someterse a un tratamiento si quiere volver a ser madre. “A mí la cosa se me complica un poco, no son nochecitas de amor hasta que me quede embarazada. Tengo un óvulo fecundado en Estados Unidos, lo que pasa es que ahora la cosa no está como para viajar hasta allí", contó en aquel momento. Ahora, tras la inesperada noticia de su separación, desconocemos si la presentadora sigue queriendo volver a ser madre.