La vida ha dado un vuelco de la noche a la mañana para Vicky Martín Berrocal tras separarse del empresario portugués Joao Viegas, con el que mantenía una relación desde hace tres años. El fin de una historia de amor que marca también el desenlace de una etapa dorada para la diseñadora a nivel personal y que le ha llevado a dejar Portugal e instalarse de nuevo en Madrid, en casa de su madre, como ella misma ha mostrado en sus redes.
Un mes después de hacerse oficial, entre suspiros y gestionando el dolor propio de una ruptura, Vicky ha respondido a las preguntas de El Español en un evento de Incara Solutions, un suplemento alimenticio del que es embajadora.
En primer lugar ha querido dejar claro que esta ha sido una decisión tomada “después de mucho pensarlo”, pero que a finales de año manifestó que estaba encantada a su lado porque era realmente así, nunca tuvo la intención de mentir a la prensa.
“Siempre he contado mi verdad. He sido muy feliz. Encontré el hombre de mi vida y era un amor eterno, sano, puro. Nunca me había sentido tan amada”, se abría en canal con este medio, donde recordaba que a los 47 años dejó todo por amor y se instaló en otro país. “Era muy feliz y dejé un poco de serlo. […] Yo me di cuenta de que allí no era muy feliz”, hacía referencia a su vida en Portugal.
Vicky cree que al haber renunciado a tantas cosas, necesitaba que todo funcionara a la perfección. También se le hizo cuesta arriba viajar de Portugal a España todas las semanas por trabajo. “Había cosas que nos empezaron a separar. Yo quería estar allí y él quería que yo estuviera, pero yo tenía que seguir con mi vida”, daba su versión de los hechos la empresaria, que aún mantiene el contacto con su exnovio y no cierra del todo la puerta a la reconciliación. “Nunca se sabe. La vida te sorprende y eso es lo más maravilloso. Yo creo que había que tomar esta decisión y se tomó”, asume.
Al ser preguntada por las hijas de ambos y por Tara, la perrita que tenían, Vicky se derrumbaba. “Desde que terminé con Manuel he tenido novios, que salíamos, compartíamos ratos, pero es verdad que nunca había formado una familia. Tenía un hogar, había cinco hijos. Éramos seis viajando. Ha habido muchas cosas que compartido con él que no he compartido con nadie. Una se rompe”, justificaba sus lágrimas la diseñadora, que mostraba su malestar al ser relacionada con otros hombres tan solo dos semanas después de haber puesto fin a “la relación más importante de mi vida desde hace años”.