El pasado mes de octubre salía a la luz la ruptura entre Laura Escanes y Álvaro de Luna. Aunque en un principio se rumoreó sobre posibles terceras personas, la influencer emitió un comunicado para desmentir esa información y asegurar que seguiría queriendo al artista por el tiempo tan bonito que habían vivido juntos. Ninguno de los dos ha querido entrar nunca a desvelar los motivos que les llevaron a tomar esa decisión pero, según el círculo cercano de la pareja, estaban en "momentos vitales diferentes" y la catalana tenía una prioridad, su hija Roma.
Esa ruptura llegaba un año después de afrontar su divorcio con Risto Mejide. La influencer y el presentador estuvieron siete años juntos y tuvieron una hija en común, pero en septiembre de 2022 decidieron tomar caminos de vida distintos argumentando como motivos la diferencia de edad y las distintas etapas que estaban viviendo. "Yo era muy feliz, pero llegó un momento que no nos hacíamos felices, ni yo a él ni él a mí. Creo que la diferencia de edad no es un problema si estás en el mismo momento vital. Creo que no es la diferencia sino el momento vital. ¿Qué pasa? Que la diferencia de edad y el momento vital están muy relacionados", contó en su podcast.
Todo lo contado anteriormente se une ahora en la reflexión que la influencer ha compartido en su cuenta de Instagram. En una noche de insomnio, Escanes se ha puesto a pensar en su vida y ha querido hacer pública la reflexión que ha compartido con unos amigos y que siente como las consecuencias de estar divorciada, tener una hija con 27 años y enfrentarse a "la poca privacidad" que en ocasiones le da la fama. "Siento (aunque para mí no es así) que esas mochilas, que forman parte de lo que soy y de mi vida, pesarán siempre mucho a cualquier persona que se acerque a mí", comenzaba diciendo la catalana.
Escanes cree que alguien que "ve todo lo que significa" conocerla, "huye de eso". "Asusta. Huye de mi vida para no complicársela. Porque es mucha carga y no le corresponde, o porque se le hace grande. Porque tal vez es mejor con alguien que no haya tenido hijos previamente, porque ya vengo quemada... yo que sé. Y lo entiendo", explicaba.
Para ella es "una reflexión sin más" que ha compartido con amigas suyas en situaciones similares y que está segura de que muchas de sus seguidoras también han sentido alguna vez. "Aparece nuestra amiga llamada culpa en mi cabeza y me hace sentir pequeña y en fin, la vida. Cuando consigo localizar a esa vocecilla que me intoxica, soy consciente de la suerte que tengo. Pero bueno, esto es una realidad de lo que siento a veces como mujer separada, con una hija y haciendo su camino. Siempre pa´rriba, aunque a veces cueste", ha terminado diciendo.