Pol Badía se convirtió en uno de los rostros más reconocidos de la decimoséptima edición de ‘Gran Hermano’. Allí, el catalán vio nacer su historia de amor junto a Adara Molinero, una de las más intensas que la casa de Guadalix de la Sierra ha acogido entre sus paredes pero que, sin embargo, finalizó después de solo un año y tras una dura convivencia entre ambos. Sobre la postura de su expareja se ha sincerado ahora el colaborador de televisión en el plató de ‘Socialité Club’, - el programa del corazón de Divinity que se emite de lunes a viernes de 20:00 a 21:00-.
Durante su intervención en el programa, Pol ha recordado los inicios de su relación con Adara en la casa de 'Gran Hermano': "Esa casa tiene algo, tienes que estar dentro, los sentimientos van a flor de piel. Mi prototipo no era Adara y yo la intenté dejar 50 veces en la casa pero estás encerrado, vienen bajones y recaes, y así hasta que lo dejamos", ha explicado.
Tras su salida del concurso, ambos decidieron emprender una vida en común bajo el mismo techo. Badía cree, sin embargo, que la decisión no fue tan premeditada como debería haberlo sido: "Teníamos una vida irreal, estábamos en una burbuja. Ni ella ni yo dijimos si queríamos estar el uno con el otro, salimos de un reality, yo salí y daba por hecho que la tenía que esperar y vino rodado todo. Pasaron una serie de cosas y nos separamos dos semanas y yo me di cuenta de que no era la persona que quería a mi lado", ha continuado.
Tras su ruptura, sin embargo, el luchador opina que sacó un aprendizaje gracias a su expareja: "A raíz de mi relación con ella, sé lo que quiero, no quiero, qué limites tengo que poner y qué tolerar. Le debo muchas cosas, sé la persona que quiero a mi lado y la que no", ha sentenciado.
A pesar de ello, cree que "no quiere decir que a día de hoy sea igual" el comportamiento de Molinero en un romance, que en su vivencia califica de "muy celoso": "No me podía quitar la camiseta en los bolos, se enfadaba por todo, incluso cosas tontas como dar me gusta a una foto en Instagram. En muchas situaciones estaba cohibido y cosas que para mí eran naturales tenía que cortarlas para adaptarme a mi pareja", ha confesado.
Sobre la actual relación de la influencer con Álex Guita ha opinado que "no va a llegar muy lejos" porque ya han entrado en "un bucle tóxico dejándose de seguir cincuenta veces" tal y como le ocurrió con él, a quien "grababa cuando llevaban tres días enfadados para aparentar" y compartirlo en sus redes sociales. Por ello, piensa que la persona que esté con ella tiene que estar "preparada para vivir por y para su pareja 24h y hacer todo con ella": "Adara tiene esa dependencia", ha concluido.
En 2018, Adara comenzó un romance de dos años de duración con Hugo Sierra, con quien dio la bienvenida a su primer y único hijo, Martín. Sin embargo, durante su relación Molinero participó en la séptima edición de ‘Gran Hermano VIP’, formato en el que coincidió con Gianmarco Onestini, por quien vio crecer sus sentimientos y terminó produciéndose su ruptura con el anterior. Es entonces cuando empezó una relación con el italiano que, tras unos pocos meses, llegó también a su fin.
Posteriormente, el idilio entre la influencer y Bosco Martínez-Bordiú vio la luz el 30 de junio de 2023 en la gala final de Supervivientes. Dos meses después, ambos hacían oficial su separación en las redes sociales.