La fiesta resulta todo un éxito pero el comportamiento de Yasemin llama la atención de Defne. ¿Quién es el misterioso hombre con el que habla? Convencida de que oculta algo, la asistente decide actuar en consecuencia e investigar.
Pese a que su objetivo es enamorar a Ömer, Defne no puede controlar sus sentimientos por Sinam y tras la fiesta se va a su casa y, aunque no pasa nada entre ellos, se queda durmiendo allí.
Cuando parecía que la relación entre Ömer y Defne iba por buen camino, el diseñador descubre que en la caja en la que debían estar los zapatos no hay nada. ¿Dónde están? Inmediatamente, el empresario la culpa de lo sucedido y la despide. Sin embargo, Sinam le hace ver a Ömer su gran error. Defne no ha podido ser la responsable del robo.
Y ella, no está dispuesta a dejar las cosas así. Tranquila y segura de su verdad, se presenta en la empresa para aclarar las cosas. "El trabajo me da igual pero yo no soy una ladrona. Quiero que no piense mal de mí". La valentía y el coraje de Defne convencen a Ömer, que no está dispuesto a dejarla marchar.
Después de ser despedida, Defne se queda destrozada y se da cuenta de que solo tiene a sus hermanos y su abuela. Ellos son su única familia después de que su padre los abandonara y su madre les dejara cuando se fue al extranjero con su nueva familia.