La cultura turca ha entrado a formar parte de nuestras vidas. En los dos últimos años hemos asistido a un curso intensivo gracias a la emisión de series 'made in Turquía' y nos hemos convertido en auténticos expertos.
Un mundo que hasta hace poco nos era totalmente ajeno ahora nos resulta de lo más familiar. Tradiciones como la noche de la henna o acudir a los baños turcos con la novia se han convertido en rituales mucho más conocidos y cercanos para el mundo.
Pero no solo las tradiciones turcas se han acercado a nosotros. Historias de amor como la de Nihan y Kemal, Can y Sanem y ahora las de Selin y Demir y Lale y Onur nos han descubierto algunas curiosidades de la sociedad turcas que hasta ahora eran totalmente desconocidas para nosotros.
Cuando una pareja decide casarse en Turquía, la familia organiza una pedida de mano a la que asisten padres, hermanos y abuelos (e incluso algún amigo). Todos ellos son testigos de este momento tan especial que siempre se celebra en casa de la novia.
Una vez reunidos, la novia tiene que preparar café y ofrecérselo a todos los invitados. Todos menos ella lo beben puesto que lo que está haciendo dándolo a probar, es demostrar que es buena ama de casa.
Después de tomar café, el padre del novio pide la mano al padre de la novia, que debe conceder su permiso para que se celebre la boda. Una vez concedido, la madre o hermana de la prometida llevan los anillos en una bandeja de plata. Cuando los novios se los intercambian, se conectan con una cinta roja que cortan los padres con unas tijeras ornamentales para dar su bendición a la pareja. Una vez que la cinta se corta la pareja está oficialmente prometida.
El día antes de la boda la novia celebra la noche de la henna o lo que es lo mismo, su despedida de soltera. Tradicionalmente es una fiesta solo para mujeres, aunque a veces pueden estar presentes los novios. Durante la fiesta, la novia se viste de rojo con un velo de seda que le cubre la cabeza y todas sus amigas y familiares la rodean y bailan con una tarta de velas en las manos.
Aunque en ocasiones en las series no se ofrece el ritual tal y como es en realidad, lo habitual es que terminado el baile, se descubra el rostro de la novia, para que apague las velas y después tatuarle pies y manos con henna.
Finalizados los tatuajes llega el momento de la suegra. Según dicta la tradición, la novia no puede abrir la mano hasta que la madre del novio le entregue un regalo: una moneda de oro que es cubierta con henna. Tras esto, la mano de la novia se tapa hasta que se seque la henna mientras continúa el baile hasta altas horas de la madrugada.
Días antes de la noche de la henna, la familia celebra el 'baño turco de la novia'. Normalmente se celebra en martes y dependiendo de la región, la organización puede correr a cargo de la familia de la novia o del novio, que siempre es la encargada de preparar la comida y las bebidas que se ofrecerán a las invitadas.
Además, la familia del futuro marido regala a la chica un cesto con cosas para utilizar en la celebración y un preshtamal, una toalla tradicional utilizada en los baños, a todas las invitadas.
Al llegar, todas las mujeres se sientan en una silla y tocan varios instrumentos como la pandereta y bailan alrededor de la novia, que posteriormente se une al baile. Terminado el baile, la novia se baña mientras su madre arroja monedas sobre ella como símbolo de bondad y prosperidad.
Aunque hasta hace unos años en España era típico que la novia llevara el ajuar cuando se casaba, en Turquía la tradición de la dote está mucho más arraigada, tal y como hemos podido ver recientemente en 'Habitación 309' cuando poco antes de su boda, Lale llevaba a casa de Onur varias cajas con ropa del hogar y varios objetos para utilizar en el día a día.
En Turquía esta dote es una tradición muy importante y normalmente la madre de la novia la exhibe su casa para que puedan verla familiares y vecinos. Tras varios días, la dote se lleva a casa del novio acompañada de música y envuelta en la bandera. Encima del cofre en el que se guarda la dote suele sentarse una persona que recibe una propina de la familia del novio para levantarse. Una vez han llegado a casa del novio, se exhibe de nuevo para que los familiares y amigos puedan ver si falta algo y decidir su regalo de boda.
Aunque el saludo habitual es el apretón de manos o los dos besos cuando la relación es cercana, existe una tradición cuando el saludo es entre un joven y un anciano o persona mayor. Tal y como hemos podido ver en muchas de las series de Divinity, los jóvenes tienen el hábito de saludar a los mayores con un beso en su mano y luego poner la mano del anciano en su frente como muestra de respeto.
Lo hemos visto mil veces en las series de Divinity y es que es uno de los gestos más habituales en la cultura turca. Cuando una persona se asusta pone el dedo pulgar en el paladar y levanta levemente la cabeza.
Lo vimos muchísimas veces en 'Erkenci kus: pájaro soñador' cuando la madre de Sanem se ponía nerviosa y sufría un vahído y le ha vuelto a pasar como Yildiz en 'Habitación 309'. La colonia ha sido el arma infalible tanto para Sanem como para Onur para que sus madres vuelvan en sí. Pero además de este uso 'antidesmayos', en Turquía se ofrece colonia a las visitas agua para refrescarse las manos.
Y ya por último, las zapatillas. Fehime, la madre de Kemal en 'Kara Sevda', fue la encargada de descubrirnos esta costumbre que también hemos visto en 'Dolunay' o 'Erkenci kus'. Y es, da igual si eres invitado, familiar o un completo desconocido. Si llegas a una casa en Turquía y te invitan a pasar tienes que quitarte los zapatos y ponerte alguna de las zapatillas que la familia tiene en la entrada (siempre tienen de sobra) porque creen que así las impurezas y suciedades no entran a su casa, que es considerado lugar santo.