Tamara Gorro sufre depresión con trastorno de ansiedad y está bajo tratamiento. La extronista de 'MyHyV' lleva tiempo medicándose para hacer frente a este complicado problema de salud mental que arrastra desde hace tiempo y por el que ha llegado a tener incluso un intento de suicidio. Su tratamiento psiquiátrico es clave en su vida actual, algo de lo que ella misma ha querido hablar abiertamente.
La mujer del futbolista Ezequiel Garay, con quien hace tan solo unos días anunciaba su reconciliación tras hacer pública su ruptura a principios de este año, ha querido dar visibilidad al problema que sufre con su familia virtual, a quienes muestra la importancia que tiene en su vida – y en la de tantas otras miles de personas que se encuentran en situaciones parecidas a la suya – la que ella llama su "pastilla de la felicidad".
Tamara no oculta tomar antidepresivos. Para ella están jugando un papel crucial a la hora de tratar y controlar su depresión y, aunque para mucha gente este continúe siendo un tema tabú, ella no puede estar más agradecida a su psiquiatra y a su medicación.
"Bendita pastilla de la felicidad", comenta a través de sus historias de Instagram, donde explica que, al menos en su caso, tardaron "mucho tiempo en hacer efecto", "más o menos seis meses" desde que empezara el tratamiento.
La influencer reconoce que ella misma era bastante reacia a tomar pastillas y se negaba a iniciar un tratamiento psiquiátrico, sin embargo, llegó un punto en el que las terapias con el psicólogo dejaron de ser suficientes en su caso y necesitó ponerse en manos de un médico especialista que le pautase medicación.
Fue precisamente la gravedad de su estado lo que llevó a Tamara a querer quitarse la vida. En aquel momento - que ocurrió hace apenas unos meses - la influencer no veía otra vía de escape a sus problemas que no fuese el suicidio. Esta situación acabó haciendo que la terapeuta de Tamara la derivase a un psiquiatra: "Entiendo que mucha gente sea reacia a tomarla, yo era de ese grupo. Pero ahora doy gracias a esta medicación, que es la que me mantiene arriba".
La segoviana es consciente de que el tratamiento que está siguiendo está siendo muy beneficioso, pero también de que parte de su felicidad actual viene dada por el efecto que está generando en su organismo la medicación, y que dentro de algún tiempo deberá despedirse de ella. "Claro que llegará un día que habrá que dejarla… eso será otra curva con la que agarrar fuerte el volante, pero como dice mi psiquiatra, en peores carreteras anduve", dice, preparada para lo que venga.