Ana Obregón se moja sobre política: "Feijóo es el más preparado"

La lista es larga. Gigantesca. Ya sea por notoriedad o por el uso legítimo de su libertad de expresión, celebrities de distinta índole y procedencia han hecho pública su preferencia política. Luego están quienes no ven diferencias entre formaciones como Ana Obregón, que en una reciente entrevista con ‘YO DONA’ se ha mojado sobre este asunto y ha manifestado su enfado porque está convencida que los partidos políticos no “hacen absolutamente nada por nosotros”.

“Yo no creo en la política. Lo único que veo es una lucha de egos, una pelea por las sillas, un ring de boxeo”, comentaba Obregón, que recalcaba en esta charla que lleva 40 años trabajando, de los cuales la mitad han sido para pagar a Hacienda porque desea “tener una vida digna”, además de que España “siga girando”.

En este contexto, “cuando todos los partidos, de un lado y de otro, se dedican a robar ese dinero mientras nuestro país atraviesa un momento tremendo, con gente que apenas puede pagar la luz... Ya no puedo tener fe en las siglas. En todo caso, en las personas detrás de esas siglas”, se justificaba Obregón, que cree que Feijóo, secretario general del Partido Popular, es el político “más preparado” en la actualidad: “Eso lo tengo claro”.

El motivo por el que Ana Obregón está decepcionada con la clase política

Ana lleva años pidiendo a nuestros representantes que inviertan más dinero “en investigar el cáncer”, enfermedad por la que falleció su hijo con 27 años a mediados de 2020 y que “cada día mata en España a 300 personas”. Sin embargo, “no han movido un solo dedo” porque es “la pandemia silencia”, y “solo les interesa robar y el escaño”.

“¿Cómo no me va a indignar que los partidos malversen dinero público cuando hay gente muriéndose de cáncer, como mi hijo?”, se pregunta la también bióloga, que tuvo que ir con Aless a Estados Unidos para que recibiese allí un tratamiento que en nuestro país no existía, por lo que tampoco entiende que se metan con Amancio Ortega cuando invierte en máquinas oncológicas.

Para luchar contra estas injusticias, “lo único que ahora me da calorcito en el alma es ayudar a los demás”. Para ello puso en marcha con la ayuda del conde Lecquio la Fundación de su hijo. “Es una de las cosas que quería hacer Álex antes de morir, y yo la he continuado con su padre para ayudar a los enfermos y sus familias. Lleva su nombre. Y no sabes lo difícil que ha sido. El papeleo, los abogados, los permisos… He tardado un año, madre mía, con las pocas fuerzas que tengo para levantarme. Pero para esto sí he sacado energía. Y ya está. Lo he conseguido”, celebra.