De un tiempo a esta parte parece que los brazos musculados de Letizia han pasado a convertirse en una cuestión de Estado. Casi cualquiera tiene una opinión formada sobre el imponente estado físico de nuestra reina, palpable cada vez que deja sus bíceps al descubierto y le toca estrechar manos con las autoridades de turno. Hasta su sobrina Carla Vigo criticó su forma física y declaró que brazos como los de su tía "no quedan nada bien en una chica". Sin embargo, su majestad ha encontrado en el día en el que cumple cincuenta años una firme defensora en el universo vip.
Pilar Rubio, en el acto de presentación de su nueva colección de ropa deportiva, ha sido preguntada por esta polémica. Y su respuesta, que se produce poco después de que la mujer del rey Felipe VI dejase entrever sus marcadísimos abdominales en uno de sus últimos eventos públicos, ha empezado con un "bienvenida al club de la fuerza".
La presentadora ve a Letizia "maravillosa" tal y como está. "Me encanta cómo es y la fortaleza que tiene. El puesto que desempeña requiere mucha fortaleza mental y física", ha reivindicado. Para ella, aunque no haya tenido la oportunidad de conocerla en persona, es incomprensible que el cuerpo de nuestra reina provoque reacciones negativas.
"¿Quién la critica? Habría que verles. Un cuerpo tonificado y trabajado es señal de salud en la mayoría de los casos. Creo que es bonito que sigamos trabajando la fuerza", ha defendido también para sí misma, ya que está más que acostumbrada a recibir comentarios sobre su perfecta forma física. Eso sí, la experiencia después de años entrenando le ha demostrado que lo importante está en "la fuerza interior", imprescindible para Letizia: "Es una forma también de curarte y de coger energía para el resto del día".
Antes de ser reina, Letizia no había pisado un gimnasio jamás. Así nos lo desvela la periodista Carmen Duerto en el vídeo que te ofrecemos a continuación. ¿Entonces? ¿De dónde vino esta afición por el deporte? ¿Por qué está tan preparada físicamente? La experta en Zarzuela, que compara los brazos de la reina con los de Godzilla y comparte con nosotros más de una anécdota con su fuerza, nos explica el cambio de opinión que la consorte ha experimentado al respecto: