¿Cómo es la Letizia de 'andar por casa'? ¿Qué hace la reina cuando tiene la agenda libre de compromisos? ¿Con qué se divierte? ¿Cuáles son sus hobbies? ¿A qué dedica los ratos muertos? ¿Ve la tele? ¿Qué música escucha? ¿Con quién chismorrea sobre lo que acontece en el mundo real (que no 'royal')? Carmen Duerto, experta en Zarzuela y autora de 'Letizia, una mujer real', nos descubre su parte más humana. Porque ella, por mucha corona que ostente, también sabe ser campechana.
Llevamos tantos años (veinte, para ser exactos) debatiendo sobre la compleja personalidad de la reina Letizia que ya es difícil saber qué es verdad y qué es mito. Y ante sus contadas muestras de espontaneidad o la imposibilidad de ver a la consorte concediendo una entrevista, la única forma de conocerla más allá de sus funciones es analizando sus movimientos.
Esto es lo que lleva haciendo Duerto dos décadas, tiempo que ha pasado desde que aquella presentadora del informativo de las nueve dijo 'sí' a convertirse en princesa. Por entonces apenas tenía 31 años. Ahora 'le da la vuelta al jamón' al cumplir los 50. ¿Ha cambiado su rutina al pasar de un pisito de 90 metros cuadrados en Valdebernardo a las hectáreas de lujo y confort de Zarzuela? Por lo que nos cuenta Carmen en el vídeo, parece que en (casi) nada.
Una de las aficiones que Letizia incorporó a su día a día cuando entró a formar parte de la familia real fue el deporte. Aunque su imagen ya era algo que le preocupaba cuando hacía pantalla, la cosa se complicó cuando fue consciente de que su rostro formaría parte de los libros de historia. Fue entonces cuando la ahora reina decidió hacer todo lo posible por estar siempre 'perfecta'. Y esto implicaba ponerse en forma.
¿Cómo se cuida? ¿Qué come? ¿Qué ejercicios realiza para conseguir esos "brazos de Godzilla" que, como bien expresa Carmen Duerto en este segundo vídeo, "te destrozan la mano como tengas reuma"? Estas estrictas rutinas también forman parte de esa Letizia de 'andar por casa' que estemos intentando desentrañar con motivo de este cumpleaños tan redondo que afronta (y que, por cierto, celebrará con los suyos en una fiesta privada organizada por el rey).