Roger Federer se despide del tenis para siempre. La leyenda se retira del mundo profesional del deporte después de 24 años estando en lo más alto y tras conseguir 20 grand slams, arropado por muchos de sus compañeros, que han querido rendir un homenaje al tenista jugando un último partido en el O2 de Londres. Rafa Nadal, su principal rival en la pista durante años, pero también su gran amigo fuera del terreno de juego, no ha querido perderse este momento único tras el que no ha podido evitar romperse y acabar entre lágrimas.
Los dos amigos han jugado un último partido juntos en un dobles que ha terminado en derrota. Pero más allá del resultado, lo que más ha llamado la atención de esta despedida ha sido la preciosa amistad que hay entre Federer y Nadal, a quien su marcha del mundo del deporte ha dejado enormemente afectado.
"Soy una persona bastante sensible. No me preocupa tampoco. Llorar es bueno a veces. Necesitas soltar estas emociones. Roger se va y una parte importante de mi vida también se va, por lo que es difícil", a dicho el mallorquín a los medios tras ser visto en la despedida a su rival casi tanto o más emocionado que el propio Federer.
"Ha sido emocionante, inolvidable, triste también. Es difícil, ha habido muchas emociones, pero bueno, al final, ha sido un día muy especial, inolvidable y al final para todos hay un comienzo y hay un final. Es la vida", añade mientras reconoce que, aunque este año se llegó a plantear seriamente su propia retirada, cree que todavía no ha llegado su momento.
"Estoy muy feliz de que Roger, después de muchos momentos complicados, que sé que ha pasado en estos últimos tiempos, haya podido despedirse en la pista. Cosa que, personalmente, sabía que era difícil que pasara por cómo se encontraba. Estoy feliz de que se haya despedido, feliz de que haya recibido el momento que se merecía en la pista, enfrente de tanta gente. Que el mundo haya podido verle despedirse en pista para mí es algo que realmente se merecía, sin ninguna duda. Se va alguien que ha sido y es un icono; de los iconos más importantes de la historia del deporte en general", dice con absoluta sinceridad y admiración.
Después de tantos años enfrentándose, Rafa y Roger acabaron siendo muy amigos. Ambos tienen una relación "bastante estrecha desde hace mucho tiempo" y por eso, para Nadal era "importante" estar presente en su despedida, "porque sabía lo importante que era para él".
"Que se haya retirado en la pista era muy importante para él y yo no podía faltar en este día. Y aquí he estado, más allá de las circunstancias personales en las que yo estaba", dice tras hablar de las últimas lesiones de su compañero (y de las suyas propias).
"Me hace muy feliz el punto en el que está nuestra relación a día de hoy, que pueda llamar a Rafa y hablar de lo que sea. Creo que él se siente del mismo modo. Ha sido especial también que la familia de Rafa haya estado estos días aquí, porque te demuestra que no es solo que Rafa haya venido a jugar y a nadie de su equipo le importe. Puedo sentir su pasión por mí, como persona", ha dicho por su parte el suizo refiriéndose a su gran amigo.
"Creo que él se siente del mismo modo cuando ve a mis padres, a mis hijos, a mi esposa. Es algo muy bonito. Espero que a él le pase lo mismo con los hijos que va a tener. Le puedo dar algunos consejos. No es fácil", añade mientras se ríe y habla de la inminente paternidad de Nadal. "Pero como padres siempre tenemos que dar lo mejor".
Federer y Nadal pasan mucho tiempo juntos, sin embargo, al suizo todo tiempo que pasa con él nunca es suficiente. "Disfrutamos de la compañía del otro y tenemos muchos recuerdos, nos gusta pasar tiempo juntos. Siento como que, cada vez que pasamos una tarde juntos, nos falta tiempo", comenta sobre la especial amistad que les une.