Desde que se hizo oficial el fin de su noviazgo con Tamara Falcó, pocos días después de anunciar su intención de pasar por el altar, Íñigo Onieva convirtió a su familia en su principal refugio. Su madre y sus hermanos ejercían de portavoces ante aquellos medios que deseaban conocer el estado y el paradero del ingeniero, que estuvo dos largas semanas completamente desaparecido. No obstante, harto de la presión que estaba sufriendo su entorno por sus actos, el ex de la marquesa de Griñón daba la cara y se disculpaba en público con la que fue su prometida por su deslealtad, aseverando que estaba “totalmente destrozado”.
Unas disculpas públicas de las que aún no se ha pronunciado la aristócrata, pero sí su hermana, Ana Boyer, que ha atendido este miércoles a la prensa en un evento de la firma de joyas Rabat, donde ha dado su sincera opinión sobre las palabras de su excuñado, a quien no ve desde que se rompiese el compromiso. “No tengo contacto con él […] Cuando él salió con su familia lo vi. Al final él tenía que expresar lo que él sentía y lo que pensaba en ese momento”, manifestaba la mujer de Fernando Verdasco, que cree que “fue correcto” en su reaparición pública.
Boyer ha explicado también que su hermana, que se encontraba en preciso momento ejerciendo de pregonera del Domund 2022 en un lugar próximo, no tiene previsto dar una segunda oportunidad al diseñador. “Por lo que ella ha dicho, no tiene pinta, de momento”, tiene cerrada la puerta a la reconciliación Tamara, que está “muy fuerte y tranquila” en estos momentos, según la abogada, que lamenta el sufrimiento de su hermana: “Es duro ver que alguien a quien queremos ha tenido que pasar por esto”.
No es la primera vez que Ana se pronuncia sobre este tema que tanto está dando que hablar. El pasado 5 de octubre, en un acto promocional, abordó este asunto, pero sin analizar la figura y la posición del empresario. “Nosotros siempre hemos dicho que lo importante es que Tamara estuviese feliz. Es lo que hemos querido en todo momento. Estamos con ella siempre, dándole amor en todo momento, decía la empresaria, que explicaba por entonces que no tenía en mente llamar a Onieva porque no quería inmiscuirse: “No es mi lugar, es algo que tienen que hablar ellos y a mí no me toca entrometerme”.