Durante la menopausia, el cuerpo de la mujer sufre una infinidad de cambios. Entre los que más se sienten están la alteración del humor y los sofocos, que van y vienen y aparecen cuando menos se les espera. Pero, ¿cómo se pueden aliviar?
La edad media a la que suele darse la menopausia es a los 50 años. Existe un primer periodo, denominado ‘perimenopausia’, que comienza a los 45 años, y que puede durar hasta cinco años. Aunque, como todo el mundo sabe, cada cuerpo es un mundo. Por eso, no todo sucede al mismo tiempo.
Es en este periodo cuando aparecen sudoraciones, palpitaciones, insomnio, cefaleas y vértigos. Aún así, los sofocos son lo más común. Estos suelen afectar entre al 60 y al 80 por ciento de las mujeres en diferente intensidad.
Los sofocos supondrán una gran sensación de calor para la mujer, sobre todo en la zona de la cara y en la parte más superior del pecho. También, pueden afectar a la espalda, el abdomen, los brazos y el resto del cuerpo. Además, podrán venir con escalofríos o temblores, así como palpitaciones y ansiedad. La duración de estos puede ser de unos segundos o, incluso, de algunos minutos.
Lo más normal es que aparezcan por la noche, a lo que llamamos ‘sudoraciones nocturnas’, y podrán venir acompañados, también, con cierto cansancio, irritabilidad, problemas de atención o de memoria. También, en algunas mujeres, suelen darse durante el día y de forma aleatoria.
Muchas mujeres se preguntarán el porqué de estos sofocos, pero lo cierto es que la ciencia no ha encontrado una explicación clara. Sí que es cierto que tiene que ver con los estrógenos, una de las hormonas sexuales femeninas, y que disminuye una vez que llega la menopausia.
Aunque no se haya encontrado una causa, sí que podemos seguir varias técnicas para aliviar las molestias que están relacionadas con estos calores espontáneos.