La preocupación en torno al estado William Mebarak, padre de Shakira, ha ido incrementando desde que fue ingresado de urgencia el pasado lunes 17 en la clínica Tecknon-Quirón de Barcelona. La salud del colombiano, de 91 años, ha sufrido varios contratiempos desde que el pasado mes de mayo sufriera un traumatismo craneoencefálico tras un accidente doméstico.
Entre las visitas que ha ido recibiendo para interesarse por su evolución, está la que ha hecho Gerard Piqué, su exyerno, que ha enterrado el hacha de guerra para mostrar su apoyo a la que fue su familia política en estos momentos tan delicados. Así lo ha hecho saber Nidia Ripoll, madre de la artista, que normalizaba que el jugador de fútbol haya visitado a su marido. “Claro, sí”, respondía tras preguntarle los reporteros si el defensa del F.C. Barcelona se había acercado al hospital. “Seguimos siendo familia”, ponía de manifiesto que, a pesar de todo lo sucedido en los últimos meses, el vínculo sigue siendo inquebrantable.
No obstante, el pasado mes de julio, la progenitora de Shak, tras ser preguntada por los compañeros de Europa Press por su buena relación con el padre de sus nietos, manifestaba que en su opinión cree “que debe tenerla”, pero que no mantenía contacto con él desde “hace mucho tiempo”.
Nidia también ha informado a la prensa que William se encuentra “estable” dentro los problemas de salud que padece y que, por el momento, se desconoce cuándo podrá continuar recuperándose en casa. Unas declaraciones que llegan pocos días después de que la intérprete de Monotonía y Te felicito compartiera una fotografía del matrimonio en la habitación del hospital, en la que aparecen dándose un romántico beso.
Para la artista nacida en Barranquilla, ellos son un ejemplo de “amor verdadero” por todo lo que han construido en conjunto durante estos años. “Nos enseñaste a levantarnos después de cada caída y esta vez sabemos que lo vas a hacer”, está convencida de que su padre saldrá adelante pese a su avanzada edad y sus problemas de salud.
Al mismo tiempo, Shak y Piqué continúan en negociaciones por la custodia de Milan y Sasha, sus dos hijos, para llegar a un acuerdo y evitar una guerra judicial. La expareja estaría poniendo de su parte en las reuniones que mantienen desde hace semanas sus abogados para lograr un pacto en el que prime el bienestar de los menores.