Hace justo una semana se filtró que Sara Carbonero había sido intervenida. El pasado lunes, su equipo médico tomó la decisión de que "su ingreso era urgente" en una revisión rutinaria. Y siete días más tarde, tras recibir el alta, la periodista ha querido compartir en su Instagram una extensa publicación en la que cuenta cómo se siente a raíz de esta hospitalización que se ha producido tres años después de que le diagnosticasen un cáncer de ovario.
A través de un vídeo que grabó este mismo lunes "saliendo del hospital", Sara ha querido hacer visible ese estado de "felicidad" que sintió "por el mero hecho de sentir de nuevo el aire en la cara y poder respirar y disfrutar de otro atardecer más". Aunque no ha querido entrar en muchos detalles sobre su estado de salud, sí ha querido tranquilizar a sus seguidores con un "estoy muy bien" para después narrar en qué punto se encuentra tras este bache.
Recurriendo a una frase de la canción que le ha "acompañado y salvado estos días de encierro", Carbonero ha prometido que quiere "bailar". Que aunque ahora le toque "abrazar la incertidumbre", se siente "en paz y agradecida con la vida, también con estos baches que nos ubican de nuevo y nos recuerdan lo verdaderamente importante de la misma". Experiencias como esta, por muy duras que sean, "nos hacen un poquito más sabios y nos enseñan a vivir al día". Y en esto parece estar centrada de ahora en adelante.
Durante su ingreso en la Clínica Universitaria de Navarra, en Madrid, esa en la que se ha reencontrado con un equipo médico al que ha dado las gracias "por llevarme en volandas y cuidarme estos días", su doctor le recordó que "cada día tiene su afán". Que todos debemos "encontrarlo en las pequeñas cosas". Y esas, para Sara Carbonero, tienen nombre y apellidos.
"En una familia incondicional, en una mano que te sujeta fuerte mientras te toca los acordes de guitarra de tu canción preferida para dormirte, una voz que te lee el periódico cada mañana, unos brazos firmes que te sostienen para ponerte en pie de nuevo y dar paseos en círculo por los pasillos del hospital", ha expresado, refiriéndose a los suyos. También a Martín y Lucas, los dos hijos que comparte con Iker Casillas, que la esperaron en casa "con los brazos abiertos y la pizarra llena de mensajes".
Sara Carbonero también ha tenido palabras para sus amigas, esas que "cogen el primer avión para traerte unas flores y un puñado de risas". Entre ellas se encuentra su íntima Isabel Jiménez, que forma parte de "ese grupo reducido de personas que no me ha soltado la mano ni un segundo y que me ha hecho ser consciente de lo fuerte que es el ser humano si está rodeado de amor".
Lejos de lo que manifestó su exmarido a través de Twitter, donde estalló contra la prensa por haber informado sobre el ingreso de la presentadora, ella sí ha querido agradecerles "el respeto y la delicadeza" con el que se ha tratado su situación. "Ojalá se mantenga este clima de tranquilidad tan necesario", ha deseado.
Por último, además de poner en valor a todas esas personas anónimas que se han preocupado por ella y que le han hecho llegar "innumerables muestras de cariño" ("Me abruman y a la vez me llenan de energía para seguir adelante", ha confesado), Carbonero ha cerrado esta honesta carta abierta con la siguiente reflexión: "Confiar, amar, y recordar que el afecto es lo verdaderamente revolucionario, que seamos amables siempre con los demás porque nunca sabemos la batalla que está librando cada uno".