Estos días previos al cierre de año han convertido el feed de Instagram de Raquel Sánchez Silva en un lugar perfecto para la reflexión. Tras el subidón que se vivió en su casa cuando Argentina ganó el Mundial (recordemos que es la tierra de Matías Dumont, su chico y padre de sus hijos Mateo y Bruno), ahora es momento para desconectar, reencontrarse y disfrutar de estas fechas que tanto invitan a la reflexión.
Hace unos días, a raíz de su visita a Plasencia, ciudad en la que nació, la presentadora compartió un profundo post en el que invitaba a sus seguidores, que ya son casi 240 mil, a avanzar. Un leit motiv vital que le inculcaron "desde muy pequeñita" y que le ha ayudado a superar todos y cada uno de los retos que le ha tocado abordar.
"Camina. Pase lo que pase. Camina. Desde muy pequeñita siento que si no avanzo, me han derrotado. Si sigues, si haces, si persigues, siempre ganas. Lo que venga, sea lo que sea está en algún lugar y hay que alcanzarlo. Nada, nada, nada de lo que me ha llenado la vida de cosas bonitas ha venido a buscarme hasta la puerta. Ve", rezaba esta inspiradora publicación.
Días más tarde, esta vez a través de sus stories, Raquel Sánchez Silva volvía a dar fe de este espíritu luchador que tanto le han servido ahora que está a punto de alcanzar esa temida cifra que son los cincuenta. Con una foto en la que aparecía tumbada, la que fue conductora de 'Supervivientes' confesaba que esa mañana "le diría al mundo que no me levanto, que ya estoy harta de que haya gente sin corazón ni alma".
Aunque no especificó a quién iban dirigidos estos calificativos, la comunicadora fue más allá en su mensaje. Entre las lecciones que se lleva de este momentáneo bajón está "que el mundo podría ser mucho mejor con poco", que en Navidad espera "más de todo el mundo" y que ha aprendido "que eso es estúpido". También, esto ya relacionado a los años que cumplirá el próximo 13 de septiembre, tiene mucho que ver la constante sensación de que el estómago le va a "dar la vuelta" del "vértigo" que le provoca una cifra tan redonda como los cincuenta.
"Hoy he soñado con alguien que me ha hecho daño y, aunque he dormido, no he dormido", ha desvelado. Por eso sus ganas de no salir de la cama, aunque fuese por "cinco minutitos más". Porque eso sí, si algo tiene claro Raquel es que "nada ni nadie, ni la Navidad ni sus expectativas, ni los cincuenta que me van a caer, me van a derrotar, y mucho menos la gente mala". "Me tiro a la calle, voy a cambiar este día como que me llamo Raquel", ha prometido.