Diez días han pasado de la última edición de los Premios Feroz. Esa que, para desgracia tanto de los organizadores como de los asistentes, perdió todo contenido festivo por una supuesta agresión sexual que tuvo lugar en la fiesta posterior a la gala. Según se informó en su momento, el productor de cine Javier Pérez Santana fue detenido por la policía local de Zaragoza, donde se celebraba la entrega de galardones, tras ser denunciado por "proferir insultos, besar en la boca y en el cuello y tocar el culo" a varias de las personas allí presentes. Entre ellas, Jedet, una de las víctimas de este reprobable comportamiento.
Aunque el deseo de la actriz, muy afectada por lo sucedido aquella noche, era mantener su identidad fuera del foco mediático, no pasaron muchas horas hasta que se filtró que había sido ella quien estaba detrás de esta denuncia. Y su reacción, "abrumada" por verse envuelta en esta desagradable polémica, fue desaparecer. Mientras los medios de comunicación informaban al minuto de este caso que ha marcado un precedente a la hora de gestionar este tipo de agresiones, Jedet optó por retirarse unos días al sur de España, su refugio.
Así lo ha contado ella misma en la que supone su reaparición pública después del incidente. Tras ausentarse de los Premios Goya, una de las citas anuales a la que la intérprete no suele faltar, la andaluza ha decidido que el evento organizado por la revista Yo Dona con motivo de la inauguración de la Cibeles Madrid Fashion Week 2023 era la oportunidad perfecta para dar la cara. "Al principio, cuando todo esto se hizo público, me sentía culpable de retomar mi vida y mi profesión. Pero pensé que no había hecho nada malo, que tenía derecho a seguir trabajando, por eso estoy aquí hoy", ha explicado.
Parte de su sufrimiento inicial, ha manifestado, tenía que ver con su entorno. "No quería que se hiciera público porque tengo unos abuelos que son mayores y no quería que sufrieran", ha dicho emocionada. Sin embargo, ver la repercusión y el apoyo que estaba recibiendo por denunciar, por "poner en manos de la justicia" un tema sobre el que "no siempre te hacen mucho caso" (hace años hizo lo mismo con una situación parecida y no logró nada), le ha servido para dejar de ocultarse.
"La gente no tiene que tener miedo (...). Es complicado, porque por desgracia esto pasa todo el rato. No solo en nuestro mundo. Y pienso que tenemos que unirnos todas y no tener miedo. No podemos permitir ciertas cosas que quizás teníamos normalizadas pero que no son normales. A veces sentimos incluso culpabilidad, pensamos que no se nos va a creer, se nos acusa", ha reconocido. Y ver cómo tanto la organización de los Premios Feroz como de la sala en la que se encontraban, así como la reacción de la opinión pública, que la ha apoyado en masa, le "hicieron sentir mucho más protegida y tranquila".
Ahora, con el cariño de "una familia maravillosa", su equipo de trabajo y sus psicólogos, en los que leva confiando más de siete años, Jedet está tratando de volver a la normalidad mientras espera que la justicia haga su trabajo. "Gracias a Dios hay testigos y estamos esperando a que se celebre el juicio y a que haya una sentencia, pero estoy orgullosa de haberlo hecho", ha declarado. "Espero que nadie más tenga que pasar por cosas de este tipo. Sales para divertirte. No es justo que acabes así".