Manuel Díaz ‘El Cordobés’ ha convocado a la prensa siete días después del histórico encuentro con su padre para dar las gracias por el apoyo que ha recibido durante décadas y para explicar cómo se ha fraguado el momento más esperado de su vida. 54 son los años que ha tenido que esperar el torero para hacer realidad su sueño de que Manuel Benítez le diera su lugar como hijo. “No me lo creo, aún no me lo creo”, explicaba aún con las emociones a flor de piel.
El diestro, que ha vivido con el “no” toda su vida, recuerda que su primer contacto fue vía telefónica, hasta que su progenitor le dio la oportunidad de reunirse con él: “Me dije ‘esto no lo voy a perder. Necesito verlo a medio metro de mí porque es algo vital en mi vida”. Un primer encuentro del que ha contado todo tipo de detalles en esta rueda de prensa, pero del que se ha guardado información porque “son cosas muy nuestras”.
“Estaba supernervioso, creo que ese día me hubiera desmayado”, reconoce Manuel, que le resulta imposible no emocionarse al recordar la primera vez que se vieron en persona. “En ese momento hemos nacido los dos. Me dijo: ‘hijo, ya estamos aquí los dos’. Esas palabras se me clavaron dentro. En ese momento se me nubló el mundo. Me vi con él. Yo tocándole y él tocándome”, le invadió una sensación que no había experimentado anteriormente con nadie.
"Yo necesitaba decirle lo que le dije. Me senté y le dije: 'Perdona si he hecho algo que no debiera, pero las circunstancias me han obligado. Y él me dijo: 'Perdóname tú a mí'. Y ya está. Es lo que necesitaba", decidieron aprovechar el tiempo perdido y no echarse en cara nada de lo que había pasado en este tiempo: "No había palabras, no había reproches. No había nada porque era nuestro momento... Las palabras pueden mentir, pero la piel no miente. Lo que yo sentí en mi cuerpo y en mi piel no mentía", ha recordado el diestro.
"Yo buscaba meterme debajo de él, que me acurrucara. Es algo que no puedes parar... Esa noche caí malo. Estuvimos juntos un montón de horas. Lo conocía tanto sin haber estado con él que él se quedaba sorprendido. Él me dice: 'Yo también sé muchas cosas de ti', y empieza a contarme cosas mías", rememoraba esta escena conmovido.
Cuando definió esa famosa foto en blanco y negro como la foto de su vida, fueron muchos los que empatizaron con esta definición. Hablamos de las personas que forman parte del círculo más íntimo del torero, esas que le han acompañado en este larguísimo proceso que, por fortuna, ha tenido final feliz. Entre ellas se encuentra su mujer, Virginia Troconis, que estuvo presente en este reencuentro tan especial que ha compartido con la prensa en la mañana de este martes.
Así lo ha explicado el propio 'Cordobés' al contar qué personas formaron parte de esta reunión más allá de él y su padre. "A mí se me permitió que fuese como yo quería que fuera, con las personas que quería. Con su compañera Mari Ángeles, que es un ángel en la tierra y que ha hecho posible esto, mi mujer Virginia y yo", ha detallado.
Ese "ángel en la tierra" al que hace referencia es Mari Ángeles Quesada, la actual pareja de Manuel Benítez. Juntos llevan desde 2016 y, por las palabras de Manuel Díaz, su existencia ha sido crucial en este cara a cara que ha hecho de él el "hombre más feliz en la tierra". Aunque no hayan podido estar en esta rueda de prensa, entre los apoyos del torero también se encuentran Vicky Martín Berrocal y su hija mayor, Alba, que ya dieron fe de su emoción al ver cómo Manuel cumplía su sueño.