Inma Cuesta solía mantener su vida privada totalmente al margen de su exposición pública. Pero con el tiempo, como ella misma admite, ha ido "relajándose" respecto a este tema, tras los recelos iniciales. La actriz reconoce que siempre que ha recibido preguntas que no quería responder por parte de los medios de comunicación, o sobre las que no se sentía preparada, las ha eludido. Fue así cómo, por ejemplo, no se supo que era madre por primera vez hasta un año y medio después del parto. Pero como ella reconocía, ha aflojado recientemente con respecto a su privacidad: lo hace hablando de su novia, o de su futura segunda maternidad. También sobre cómo fue vivir una infancia LGTBIQ+ en un pueblo.
La actriz ha acudido como invitada al pódcast 'Estirando el chicle', de Carolina Iglesias y Victoria Martín. Con ellas ha hablado de distintos temas, con un denominador común: el contraste entre haberse criado en un pueblo: Inma nació en Valencia, pero a los seis años se mudó a Arquillos, una localidad jiennense de menos de 2.000 habitantes en la que creció.
Inma ha reconocido en la mencionada charla que el ambiente en el que nació ha condicionado mucho su forma de ser, algo de lo que empezó a ser verdaderamente consciente una vez que se mudó a Madrid, ya de mayor, tras haber vivido sendas etapas en Córdoba y Sevilla. Los años en la capital le hicieron darse cuenta de que seguía manteniendo costumbres propias de su entorno de origen: Cuesta ríe al recordar cómo sigue saludando con un 'buenos días' al entrar en el metro.
El impacto de su fama se multiplicó en un entorno pequeño como el de la actriz. Inma explica que cuando comenzó a despuntar, aquello se convirtió en una auténtica locura: se fletaron autobuses para venir a verla protagonizar el musical 'Hoy no me puedo levantar', y la actriz reconoce que al principio temía el momento de volver a Arquillos, que la gente la reconociese y la parasen por la calle. Con el tiempo, perdió la tontería y ha reconectado con su lugar de origen: tras el confinamiento de 2020 decidió que volvía a vivir allí, en busca de calma.
La vivencia sobre su orientación sexual también estuvo condicionada por el contexto en el que creció y vivió durante su juventud. Inma ha hablado abiertamente con Carolina y Victoria de su experiencia en ese sentido, reconociendo que la falta de referentes entonces complicaba las cosas en cierta manera: "En mi pueblo no había ni una sola persona homosexual […] Y de puertas para dentro todo estaba bien, pero de puertas para fuera no", ha admitido.
Cuesta confiesa haber sido siempre una persona muy reservada con respecto a su vida privada, incluso con respecto a su entorno. En parte, debido al exceso de cotilleos y habladurías que se generan en un contexto más reducido como puede ser el rural. "Se inventan muchas cosas. Todo el mundo habla de todo el mundo y todo el mundo sabe todo", ha explicado a las presentadoras.
La que diese vida al personaje protagonista en 'La novia' o 'Tres bodas de más' había hablado ya anteriormente de sus dificultades para decir abiertamente que es lesbiana. Lo hizo hace un par de años, con motivo de la celebración del Orgullo LGBTIQ+, cuando se refirió a ese tiempo de su vida en el se engañaba y negaba a sí misma, en sus propias palabras. Habló entonces también de su difícil adolescencia debido a la falta de referentes.