Violeta Mangriñán lleva meses notando que algo no iba bien. Hace años le diagnosticaron síndrome de Hashimoto y ahora, al realizar algunas comidas, la influencer sentía que su cuerpo no procesaba bien los alimentos o que no lograba hacer bien la digestión, y se sentía hinchada y con mucho malestar. Esta sensación fue lo que empujó a la joven a someterse a un test de sensibilidad alimentaria con el que por fin ha podido conocer cuáles eran las verdaderas causas de esas molestias.
Se trata de una prueba muy sencilla, donde a través de un análisis el paciente puede descubrir cómo tolera su cuerpo una lista de más de doscientos alimentos que están presentes en la inmensa mayoría de las dietas. Este test sirve para cuantificar los niveles de anticuerpos IgC que genera el cuerpo ante un alimento, o alguno de sus componentes. Sin embargo no detecta ni intolerancias, ni alergias alimenticias. Simplemente aplica sobre la lista un baremo para aclarar que alimentos le sientan 'regular, mal o muy mal' al cuerpo.
En el caso de Violeta, los resultados han concluido que muchos de los alimentos en los que basaba su dieta diaria no le sientan correctamente a su cuerpo, por lo que la sorpresa al conocer la lista final ha sido un tanto desagradable para la influencer, que ahora tiene que "procesar esta información".
Tras descubrir cuales eran sus sensibilidades, Violeta ha terminado de entender el porqué de las continuas molestias que sentía tras las comidas. "¿Cómo no iba a sentirme hinchada y con dolores de tripa? Consumo estos alimentos cada día", explicaba la influencer incrédula al conocer que, algunos alimentos imprescindibles en sus recetas, como la avena, el maíz, la clara y la yema de huevo o la lactosa de vaca, cabra y oveja, forman parte de esos alimentos que su cuerpo no termina de tolerar.
A pesar de que no le produzcan alergia, si quiere mejorar su salud la influencer debería eliminar o sustituir estos y otros muchos alimentos como algunas frutas y verduras, frutos secos como los cacahuetes, los anacardos o los pistachos, o algunos cereales como el trigo y el arroz. Sin embargo, la joven ya ha explicado que, aunque sí que eliminará y limitará la ingesta de muchos de los nombres que ocupan esta lista, hay otros que seguirá tomando. Pues, al no gustarle ni el pescado ni la carne, los huevos son prácticamente su "única fuente de proteínas", y si los eliminase, su salud podría verse gravemente afectada, tal y como le paso hace tan solo unos meses.
Si hay algo que la madre de Gala adore más que su té matcha, esas son sus 'Viotortitas', una receta que la joven lleva años perfeccionando y que ahora, para su sorpresa, son una de las causas de sus dolores estomacales. Entre los ingredientes de este manjar se incluyen muchos de los que la prueba ha catalogado como muy malos para su salud, por lo que dejar de tomarlas sería la mejor decisión. Sin embargo, Violeta tiene claro que, a pesar de no terminar de tolerarlas, no dejará de comerlas, pues entonces tendría que renuncia a la inmensa mayoría de las comidas que hace a lo largo del día.
En tono de broma y siendo consciente de que el mal que le causan estos alimentos no es grave ni altamente peligroso, la influencer ha confesado que seguirá tomando avena y huevos y que asumirá "las consecuencias de sus actos", pero que dejará a un lado otros alimentos que, a pesar de encantarle, como el queso o los derivados con lactosa, no le hacen ningún bien a su cuerpo.