El Diario de Huelva informaba a primera hora de este miércoles del fallecimiento de Cristo Báñez. El cuerpo del modisto, de 41 años, era encontrado sin vida por un familiar en su domicilio de Sevilla.
Íntimo amigo de celebrities como Vicky Martín Berrocal o Eva González, el diseñador onubense saltó a la fama a raíz de su papel de coach en 'Quiero ser', programa emitido por Divinity, y alcanzó un importante papel en la industria de la moda flamenca con sus diseños. Una importante pérdida para la profesión y especialmente para ese círculo tan íntimo de amistades que, junto a su familia, lloran su inesperada pérdida.
Si hay algo de lo que presumiera Cristo, más allá de sus trabajos, era de su familia. Cristobalina Báñez, madre de Miguel Ángel, fue su “guía”, la persona que le enseño “a ser feliz” y con la que siempre se sentía “protegido”.
También fue su “primera maestra” y quien le impulsó a probar suerte en el complicado mundo de la moda. “Siempre había mujeres cosiendo en mi casa y eso despertó mi pasión”, reivindicaba sus raíces en una entrevista Cristo, que creció entre hilos, patrones y telas porque su progenitora era modista de profesión.
De su padre, a quien tenía muy presente en su día a día, heredaría otra de sus grandes pasiones: El Rocío. Cristo, natural de Almonte, donde se realiza anualmente la multitudinaria peregrinación, creció en pleno ambiente rociero al ser su progenitor delegado de la romería durante muchos años, e incluso hermano mayor de la misma el año en el que la visitó la reina Letizia.
“Mi padre era un rociero bueno, de hermandad y nos ha educado a todos en eso. Lo que más me gusta de la aldea es reencontrarme con los míos, mis inicios y mis raíces, haciéndole homenaje a mi padre al que siempre llevo en mi mente”, reivindicaba los valores que se había encargado de transmitirle a él y a sus dos hermanos, con quienes tenía una relación inmejorable.
Un importantísimo papel en la vida familiar del diseñador tenían también sus dos sobrinas. Aunque se desconoce de cuál de sus hermanos eran hijas las niñas, lo cierto es que a Cristo le gustaba presumir de su faceta de tío en Instagram. "Aunque llueva y el día este gris, ellas siempre lo iluminan todo" reconocía hace unos años al publicar una aplaudida imagen junto a las dos niñas.
También está destrozada la otra gran familia de Cristo Báñez, la que no es de sangre, aquellas amistades que fue forjando y cuidando en vida. Algunas empezaron siendo sus clientas y, según fue pasando el tiempo, acabaron convirtiéndose en amigas. Es el caso de María José Suárez, Elena Tablada, Eva González o Eugenia Martínez de Irujo, que confiaban ciegamente en el diseñador y apostaban por sus diseños tanto en eventos públicos como en privados.
Una de las primeras que ha llorado su pérdida ha sido la influencer Ana Moya, que alcanza más de trescientos mil seguidores. Coincidió con él en muchos eventos, tuvo la suerte de conocerle de cerca y vestirse con algunos de sus diseños. La creadora de contenido considera que Cristo ha sido "un prodigio" en el mundo de la moda flamenca y que su arte "ha marcado y marcará historia".
La escritora Elisabeth Rodríguez, amiga del diseñador, afirmaba estar con el corazón "roto" tras enterarse de la noticia. "Hoy el cielo está de fiesta con tu llegada pero a nosotros nos dejas desolados, un abrazo muy fuerte a Cristobalina, su mamá, no quiero imaginar el dolor que tiene que estar sintiendo", contaba en su cuenta de Instagram que días antes había estado hablando con él y "estaba bien".
Sergio Morante, periodista en Canal Sur, ha dicho que siempre querrá a su "hermano del alma", a quien deseaba que volara alto junto a una fotografía en la que aparece con Báñez y con Vicky Martín Berrocal, íntima amiga del diseñador, que también se ha despedido de él en redes sociales.