"Mudarnos a Valencia va a ser durísimo". Con estas declaraciones que nos concedió Fabio Colloricchio el pasado mes de noviembre, el novio de Violeta Mangriñán y padre de su hija Gala ya predecía lo que estaba por venir. Tras muchos meses de construcción del que sería su hogar, la pareja se mudó a finales del pasado año a la vivienda propiedad de la valenciana. Sin embargo, tan solo unos meses después de instalarse en su tierra, la influencer ha explicado los motivos por los que han decidido cambiar de planes y regresar a Madrid.
En una charla con sus millones de seguidores, la influencer ha asegurado que volveran a Madrid "probablemente y no a mucho tardar". Violeta lleva "muy mal" separarse de su hija Gala, ese es el motivo por el que "probablemente" vuelvan a Madrid "de alquiler" y la casa de Valencia la dejen para "vacaciones o fines de semana". "Estamos hablando mucho estos días sobre el tema y barajando muchas opciones de cara a septiembre", ha dicho a través de sus redes sociales.
La valenciana ha confesado que está "muy mal" con el tema y que no lo está llevando "nada bien". "He luchado mucho por tener mi casa, mi hogar en Valencia. Me hice una idea en mi cabeza que no está siendo como esperaba. Evidentemente, la calidad de vida en Valencia es infinitamente mejor que en Madrid, y vivir en esa casa que es mía es mucho mejor que vivir en Madrid en un piso de alquiler", ha dicho Violeta, que tiene claro que la calidad de vida de verdad es "estar tiempo" con su hija.
"Pensé que lo llevaría mejor, pero me equivoqué, tenía que vivirlo para entenderlo, pero gracias a Dios es reversible. Mi padre me repite constantemente que la casa no es un error, que es una inversión y que todo el esfuerzo e ilusión que deposité en ella no será en vano", ha contado sobre algunos de los consejos que ha recibido de su círculo más cercano.
La influencer no está llevando "nada bien" la idea de dejar su casa para volver a un piso en Madrid. Sin embargo, los motivos por los que toma esta decisión tienen mayor peso. "Trabajando Fabio y yo en Madrid, la vida en Valencia viviendo en un AVE no es calidad de vida en estos momentos de nuestras vidas", ha explicado.
La valenciana está "barajando muchas opciones" hasta tomar la definitiva, pero de momento tiene "todo el verano para pensarlo" y solo pide "respeto y empatía". "Necesitaba desahogarme con vosotros, llevo días llorando con el asunto. Mi padre me sentó el viernes al llegar a casa y me dijo que no podemos seguir así, viviendo en el tren. Me hizo reflexionar y tiene razón. Voy a seguir llorando, ya os aviso. Aquí vuestra piscis intensa, loca, sensible y temperamental de confianza", ha terminado diciendo.