Se volvió una figura muy popular hacia finales de los años 2000. Josep Lobató emergió rápidamente como una promesa joven en el mundo de la televisión. Sin embargo, la vida le depararía un giro inesperado, una lucha que todavía enfrenta en la actualidad: una enfermedad desmielinizante que afectaría a su sistema nervioso y que con el tiempo le hizo perder la capacidad de comunicarse con normalidad. En este contexto, después de ocho años retirado de la esfera pública, el periodista ha concedido una entrevista a Lecturas junto a Ariadna Boada, su neuróloga, para compartir su historia.
Aunque todavía solo es capaz de articular palabras sueltas como "oye", "sí" o "mira", el presentador se expresa apoyándose en señas, gestos, onomatopeyas, sonidos y, sobre todo, con la expresividad de su rostro. Afectado por Daño Cerebral Adquirido (DCA) a causa de una enfermedad, el que fuera conductor de exitosos programas como 'Money, money' o 'Ponte a prueba' presenta aún secuelas en el área del lenguaje y la comunicación que no han impedido que lleve una vida plenamente normal, gozando de plena autonomía e independencia.
Dedica tres días a la semana a asistir a TraCE, donde continúa con su rehabilitación, y el resto del tiempo lo destina al gimnasio para contribuir a la recuperación de su hemisferio cerebral afectado. "Ya he aceptado mi situación y sé que nada volverá a ser igual, pero al principio fue todo muy duro. Fue un shock", confesaba Josep a los compañeros, asegurando que "poco a poco" va mejorando y ampliando su vocabulario para facilitar su comunicación.
Josep recibe tutorías y seguimiento personalizado para brindarle asistencia en caso de que surjan dudas o situaciones problemáticas. Durante estas sesiones, el que fuera también locutor de radio se enfrenta a ejercicios que, reconoce a nuestros compañeros, en ocasiones le dejan exhausto. Sin embargo, está satisfecho al saber que va progresando, cometiendo menos errores y completando dichas actividades en menos tiempo. "Antes no reconocía ninguna palabra y ahora sí", está orgulloso del trabajo que ha hecho en estos años.
La enfermedad de Josep Lobató ha transformado su día a día. Las secuelas que enfrenta a diario le han obligado a adaptarse a nuevos desafíos y cambios en su rutina. Aunque muestra una actitud positiva y se esfuerza constantemente en su rehabilitación, Josep no oculta que "echa mucho de menos" su vida anterior. Añora los momentos vividos en la capital y las experiencias que solía disfrutar. "Ahora también salgo de fiesta, escucho música y me lo paso bien, pero esa temporada fue genial", hacía saber en esta charla Josep, que no se siente preparado para embarcarse en ninguna relación amorosa debido a sus miedos
Lobató, que vive de la ayuda económica que percibe por su enfermedad, espera que su testimonio ayude a otros que estén en circunstancias similares a las suyas. Sin embargo, siente una profunda decepción por la escasez de investigaciones dedicadas a su enfermedad, la cual afecta a una pequeña cantidad de personas en todo el mundo. "Espero que contando mi historia pueda inspirar y ayudar a alguien", desea Lobató, a quien consideran, desde la citada asociación, "un ejemplo de que las personas con DCA pueden hacer una vida normal con mucha perseverancia".