La boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva ha sido uno de los grandes eventos del año. Tras meses de preparativos, con algún que otro imprevisto, la marquesa de Griñón y el empresario se han dado el "sí, quiero" en un lugar muy especial para Tamara. La finca familiar que heredó de su difunto padre, Carlos Falcó, El Rincón, ha sido el escenario del enlace al que asistieron 400 invitados entre familiares y amigos.
La revista ¡HOLA! ha publicado, en exclusiva, esta mañana un reportaje de la boda en la que se ha despejado una de las grandes incógnitas: el vestido de novia. Tras la polémica y rescisión de contrato con Sophie et Voilà, la firma que iba a asumir el diseño, comenzó una carrera contrarreloj para encontrar un nuevo diseñador que confeccionase en tiempo récord el vestido que la marquesa llevaría en su boda.
Carolina Herrera fue la elegida y, desde entonces, Tamara ha trabajado mano a mano con Wes Gordon, el diseñador creativo de la firma, para hacer realidad el vestido de sus sueños. El resultado final, un clásico vestido inspirado en el que llevó Grace Kelly en su boda con Raniero de Mónaco, que recuerda a otros diseños de la realeza como el de la reina Letizia.
Salimos a la calle a preguntar qué opina la gente sobre la elección de la marquesa de Griñón. Además, hablamos también del vestido de Isabel Preysler, un amarillo floral también de Carolina Herrera, y el chaqué del novio, Íñigo Onieva. Hay comentarios de todo tipo, elogios y críticas... ¡no te pierdas las entrevistas!
Otra de las cuestiones de la boda del año que ha suscitado polémica es la vestimenta de las camareras. Una foto filtrada por un invitado mostraba el sobrio vestuario que recordaba a épocas pasadas. "Horrible, es de otro siglo"... son algunas de las duras acusaciones de la gente en la calle. ¡Dale al play!