Llevamos un año esperándolo. Porque, más que el 8 de julio, fecha que eligieron Tamara Falcó e Íñigo Onieva para darse el 'sí, quiero', el verdadero Día D era este lunes, momento en el que los quioscos amanecerían con la exclusiva de la década. Una edición especial de la revista ¡Hola! que nos colaría en la boda de la marquesa de Griñón, desvelaría sus misteriosos dos vestidos, mostraría los looks de los invitados vip, transmitiría la emoción de la ceremonia e inmortalizaría la fiesta de después. Y ahora que por fin la tenemos en nuestras manos, es el momento de analizarla.
Era el secreto mejor guardado. Y el más codiciado. Después de los mil y un dimes y diretes que ha conllevado su confección, esa que primero iba a realizar Sophie et Voilá y que terminó heredando Carolina Herrera, la portada de ¡Hola! nos ha descubierto un diseño mucho más clásico de lo esperado, con silueta abrigo, manga larga, bordados en el frontal y tiara.
La ceremonia fue un emotivo y alegre acontecimiento, en el cual el padre don Cruz Pérez Goñi tuvo el honor de oficiarla. Él ha sido una figura espiritual fundamental y un faro en la vida de Tamara, guiándola en su camino y acompañándola hasta este momento tan significativo frente al altar. La familia de los novios (Alejandra Onieva, Chábeli, Ana Boyer y sus dos hijos o Jaime Onieva, entre otros) tuvieron un papel destacado durante el acto religioso, durante el cual tuvo lugar un sonado incidente que la publicación ha decidido omitir en su reportaje en pos de resaltar los momentos felices y emotivos de la boda.
Durante la ceremonia se realizó un emotivo tributo en honor a Carlos Falcó, padre de la novia. En un momento previo a recibir la comunión, Ana Boyer tuvo la responsabilidad de leer una de las preces dirigidas al Papa Francisco. Luego, el hermano de Íñigo expresó su deseo por el bienestar del Rey y de España, mientras que Aldara Falcó rogó por la felicidad de los recién casados. Por último, Álvaro Falcó pidió por todos los presentes, por nuestras familias y “por aquellos que nos cuidan desde el cielo. En especial, por Carlos, que le habría encantado estar hoy aquí y nos mira desde el cielo”.
A pesar de que la relación de su hijo con la heredera de la 'reina de corazones' la convirtió en un personaje de primer nivel del papel couché, Carolina Molas quiere ser anónima. Así lo decidió tras la polémica en la que se vieron envueltos los Onieva por culpa del traspiés de Íñigo. Y así se ha hecho visible en esta exclusiva.
La madrina no aparece en portada. Y en interior, donde la vemos enfundada con ese diseño azul tinta que firmaba Lorenzo Caprile, lo hace de manera "excepcional, como también su hijo Jaime, ya que se trata de la boda de su hijo y hermano, respectivamente, pero como meros testigos y con el deseo de continuar con sus vidas privadas ajenas a los medios de comunicación".
A lo largo de este fin de semana se ha definido el discurso del novio como uno de los momentazos de la noche. Y ahora que lo tenemos transcrito, lo confirmamos. En plena cena, con esos 400 invitados pendientes de qué iba a decir, Íñigo Onieva volvió a pedir perdón tanto a su ya esposa como a los Falcó-Preysler por aquella infidelidad que casi provoca que no haya boda.
"Querida familia política, os quiero pedir perdón de nuevo. Ya sé que en la pedida dijimos que el pasado se queda en el pasado, que miramos al futuro, pero os he hecho sufrir por mis errores a todos vosotros y es algo que no me perdonaré y que compensaré cada día de mi vida", expresó arrepentido.
Gracias a los rápidos paparazzis que esperaron a las puertas del Ritz donde se hospedaban algunos de los invitados (y también gracias al bendito Instagram) hemos podido ver algunos de los looks de los asistentes vips. Pero nos faltaban las primeras espadas. Esas que sí han querido posar en esta exclusiva como Isabel Preysler, Ana Boyer, Fernando Verdasco, Chábeli y Julio José Iglesias, todos los hermanos Falcó, incluido Manolo, que ejerció de padrino, o Isabelle Junot, que ya es una más del clan.
El que no fue finalmente fue Enrique Iglesias. La verdadera superestrella de la familia (con permiso de Tamara) decidió no acudir a esta reunión a la que sí fueron el resto de sus hermanos. En el último momento, después de que Julio José alegase que estarían todos presentes, hubo ciertas esperanzas. Sin embargo, con la revista ya en los quioscos, se confirma su no asistencia a este evento, tampoco la de Anna Kournikova.
Posiblemente este segundo diseño se acercase más a lo que muchos teníamos en mente. Un voluminoso vestido de Carolina Herrera, que también se encargó de firmar este, con estructura columna en organza de seda rosa melocotón que destacaba por sus volantes, que hacían efecto cascada. El momento en el que lo lució por primera vez fue a su entrada a la cena acompañada por su marido mientras sonaba la canción 'Walk the Moon', de Shut Up and Dance.
Si Tamara Falcó se encargó de cuidar la ceremonia hasta el más mínimo detalle, es probable que Íñigo Onieva se volcase con el post. Un fiestón que todos los invitados han calificado como memorable y que se extendió hasta altísimas horas de la madrugada. Es más, hubo que esperar hasta las 8:30 horas del día después para que los novios hiciesen acto de presencia en el Ritz, donde pasaron su noche de bodas.
En el día de la boda de su hija, Isabel Preysler irradiaba alegría y felicidad. A pesar de la agitación y emoción del momento, la madre de la novia se tomó un tiempo para atender con amabilidad a los compañeros de la revista ¡Hola! Una charla en la que la ‘reina de corazones’ hizo hincapié en la belleza, el vestido y lo enamorada que está Tamara Falcó de Íñigo Onieva, así como “lo mucho que le hubiera gustado pasar este día con ella” a Carlos Falcó, a quien “hemos echado de menos todos”.