Surachate Hakparn, subdirector de la policía tailandesa, ha confirmado en rueda de prensa que recomienda pedir la pena de muerte para Daniel Sancho, en prisión provisional tras confesar el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta. El presunto asesino se declaró culpable de los cargos y, en su declaración, explicó que tardó tres horas en desmembrar el cuerpo de su amigo, con el que había discutido en una habitación de hotel.
En la misma conferencia ante los medios de comunicación, la policía de Tailandia ha descartado que el colombiano Edwin Arrieta muriera de forma accidental y cree que el chef español planeó su asesinato, ya que había comprado previamente material para ejecutar el plan, y recuerda que en el caso de asesinato premeditado la justicia tailandesa solicita la pena capital.
Han reconocido, sin embargo, que no se ha encontrado el arma homicida y que sigue investigando la causa definitiva de la muerte, pues no tienen claro si falleció por apuñalamiento, por un golpe en la cabeza contra el lavabo o ya en el suelo, cuando Sancho habría iniciado el proceso para descuartizarlo, según los datos del asesino confeso.
La investigación policial considera que Sancho actuó solo y descarta la participación de otras personas por las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona y porque no se ha hallado restos de ADN de una segunda persona. Todas estas circunstancias les hacen pensar que el crimen fue premeditado en solitario y que en ningún caso se debió a un accidente.
Por el momento, Rodolfo Sancho, padre del presunto asesino, no tiene previsto viajar a Tailandia, tal y como se especuló cuando se destapó la noticia. El actor español ha preferido quedarse en España por una cuestión de "seguridad", aunque ya estaba a la espera de lo que determinara la policía tailandesa para tomar nuevas decisiones.