El padre de Albert Rivera ha fallecido a los 71 años de manera repentina. El expolítico se encontraba en Reindo Unido y cogió un vuelo lo más rápido posible para regresar a Madrid y de ahí a Málaga, ciudad en la que residía y murió su padre. Unas horas más tarde, el padre de Albert Rivera fue velado en el tanatorio de la Axarquía, situado en la localidad de Vélez, y hasta allí se desplazó también Malú, expareja del político y madre de su hija Lucía.
Según han adelantado algunos medios, Agustín Rivera no tenía dolencias del corazón y su muerte puede estar relacionada con un problema en la vena aorta. Este domingo por la tarde, el que fue líder de Ciudadanos salía unos instantes del tanatorio solo para dar las gracias a los compañeros de prensa que se encontraban en la puerta. "Solo quería daros las gracias. Muchas gracias, estamos rotos", fueron sus únicas palabras.
Desde que pusieron fin a su relación, Albert Rivera y Malú han demostrado tener una estupenda relación. Unas semanas después de que se hiciese pública la noticia les vieron cenando juntos con su hija y la madre de la artista en un restaurante de Majadahonda. Ahora, tras la triste noticia del fallecimiento de su padre, la cantante no ha dudado en acudir al tanatorio.
Ante las cámaras y los reporteros que se encontraban en la puerta, Malú bajaba del coche sin quitarse las gafas de sol. La cantante, de 41 años, llegó junto a su madre, Pepi Benítez, y no quiso dar declaraciones.
Son muy limitadas las declaraciones que Malú ha hecho sobre su vida privada a lo largo de su carrera musical. Sin embargo, hace unos días la cantante se convirtió en la protagonista de la portada de la revista ELLE por una entrevista personal en la que habló, por primera vez, de su separación con el padre de su hija Lucía. "No soy ni seré la primera ni la última persona que se separa. En ocasiones, crees en algo y luchas por ello con todas tus fuerzas. Pero a veces no se da. Y no es culpa de nadie, no es malo ni bueno, sucede sin más", dijo la artista.
"De modo que hay que tratar de entenderlo y asumirlo de la mejor forma posible. Pienso, de verdad, que las cosas hay que hacerlas bien, aunque evidentemente es mucho más fácil empezar una relación que salir de ella. Pero cuando te vas de un sitio conviene recordar cómo entraste. Y eso, con seguridad, te ayuda a olvidar por qué te marchas y a traspasar la puerta con lo bueno en tu cabeza", reflexionó.