Era diciembre de 2022 cuando Dani Martín anunció su retirada temporal de la música. Un "necesario" 'hasta luego' a los escenarios que, como él mismo tuvo que aclarar, tan solo era una cuestión de "tocar tierra", de "mejorar como persona", de "descansar" y de disfrutar de lo que de verdad (le) importa. Ocho largos meses en los que el artista nos ha ido haciendo partícipes de su felicidad y plenitud desde que se alejó del caos que implica una carrera como la suya y de los que ha vuelto a hacer balance a través de sus stories.
Con un "me fui, demasiado ruido en el horizonte" arranca esta carta abierta a sus fans en los que cuenta cómo es su día a día desde que se tomó este parón. Ahora, en palabras suyas, su "felicidad musical vive en 'Green Day". En la música de su "generación", en la que tenía la "ilusión" de formar una banda y que con sus letras buscaba "contar desde las entrañas".
"Escribíamos cartas, teníamos una llamada al día y si lo cogía su padre colgabas. Nada era tan obvio, no había tanta información. Plazas, parques, peleas justas, amores dolorosos. Libertad", ha añorado. Un contraste con lo que hoy ocupa los ránkings de canciones más escuchadas y que, por las palabras de Dani Martín, van en contra de sus principios.
"No quiero tu música repetitiva que me habla de dinero, coches horteras, discotecas, fiestas en escenarios con filtro, cadenas de oro, gente exigida a ser perfecta y tener éxito, gasolina, a tu ritmo sin estómago ni cerebro", ha dicho a las nuevas generaciones musicales. Sus valores siguen marcados por la "educación, el respeto, el amor, las decisiones de dos, el cariño". Y aunque no se considera "un ejemplo de nada", sí cree que tener "la suerte de saber reconocer mis errores gracias a la educación de dos magníficos padres" le ha permitido no caer en este tipo de inercias.
"¿Educación? ¿Dónde habita hoy? ¿En tu móvil? Sal a tirar piedras, a montar en bici, a besarte con quien quiera hacerlo contigo, enamórate, aprovecha el tiempo, tu tiempo, no seas esclavo de una sociedad que te dice que debes ser rico, guapo, musculado y admirado por ello", ha recomendado a su público. Ese que ahora no le "ve" pero al que promete haber "atravesado el horizonte": "Ya solo oigo el murmullo del bombo repetitivo de tu música con fecha de caducidad. Yo seguiré a mi corazón, al que quiera venir. Allí le esperaré, alejado de lo que se lleva. Solo siendo quien realmente soy".