El pasado 30 de agosto se hizo público que Carla Vigo, la hija de la fallecida Érika Ortiz y sobrina de la reina Letizia, acudía de urgencia al Hospital de la Paz en Madrid. Aunque no se revelaron las razones en ese momento, días después se sugirió que podría estar relacionada con su lucha contra la bulimia, un trastorno alimenticio que ella misma ha admitido padecer desde su infancia
"Empecé a verme mal. A los 14 años empecé a hacer cosas perjudiciales para mí, pero fue con ocho o nueve años que comencé a verme mal en el espejo. Era una niña y no sabía qué me estaba pasando. No lo supe identificar porque tampoco nadie me había hablado de ello", se sinceró en un directo en Instagram.
Independientemente de la causa, el portal 'Informalia' ha publicado que la joven de 22 años habría tenido que dejar el papel que tenía en "La cabeza de Salomé", la nueva obra teatral de Rafael Amargo. El motivo de su ausencia se debe a que los médicos le han prescrito un tratamiento diario que le impide asistir a los ensayos en un lugar de Madrid o viajar a Málaga, donde la obra se estrenará el 19 de octubre. Así, Carla se ha visto forzada a dejar de lado, al menos temporalmente, su deseo de lograr el éxito como actriz en nuestro país.
Los padres de la reina, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, están muy preocupados por la salud de su nieta mayor, quien requirió ser trasladada de manera inmediata al mencionado hospital. Según informaron los compañeros de la revista 'Semana', el 19 de agosto, Carla Vigo llegaba al hospital en compañía de una amiga. Un corto período después, aproximadamente a las seis de la tarde, los abuelos fueron notificados de la situación y se dirigieron rápidamente al hospital para estar al lado de su nieta.
Después de reunirse con Carla en el hospital y ser informados sobre su situación, los padres de la Reina, quienes mantienen una estrecha relación y llegaron juntos al hospital en el mismo vehículo, se encargaron de llevar a su nieta de regreso a su hogar, demostrándole afecto en todo el camino.
Al llegar a la puerta de su casa, Paloma Rocasolano abrazó a su nieta y se despidió de ella con caricias en la mejilla. Después de ese conmovedor momento, la prima de la futura reina accedía a su casa con el objetivo de recuperarse de lo que al parecer fue un problema de salud leve, puesto que no llegó a un punto en el que necesitara ser hospitalizada.