Tamara Falcó ha abierto las puertas de su nidito de amor con Íñigo Onieva. Cuatro meses después de su 'sí, quiero' y su interminable luna de miel, el matrimonio ha enseñado su ático de lujo situado en Puerta del Hierro, Madrid. Los marqueses de Griñón han optado por trasladarse a las afueras de Madrid, aunque según la empresaria también valoraron un piso en el centro de la capital. Un hogar muy cercano a las residencias de sus respectivas madres, Carolina Molas e Isabel Preysler, en cuyo domicilio familia estaban instalados hasta ahora.
La hija de la reina de corazones está muy ilusionada con esta nueva etapa que comienza. No solo por la vida que está empezando a construir con el empresario, si no porque es la primera vez que se compra una casa, tal y como ha comentado en la cabecera AD. "El resultado me parece espectacular. Tiene una mezcla de detalles clásicos y modernos que me encanta", ha dicho.
Un hogar de cuatro dormitorios que la empresa de reformas ha transformado en tres y, de esta manera, tener un acogedor comedor en donde pasar tiempo en familia. Una familia que, según la tertuliana, "tienen pensado en ampliar en 2024". Por el momento la ilusión de Tamara es este ático, con el que está encantada: "Es mi remanso de paz (...). Mi hermana Chábeli siempre me recomendó comprarme una (casa), porque llevo toda la vida de alquiler".
Este proyecto del arquitecto Joaquín Torres, con quien hubo polémica en los meses previos, está localizado en una exclusiva urbanización que cuenta con un gimnasio, una piscina, un spa y una zona infantil, entre otros. La hija de Carlos Falcó y la reina del papel cuché compró esta propiedad sobre plano hace dos años en los que ha estado inmersa en la reforma total del espacio.
Además del brutal cambio del salón, que ha mostrado en sus redes sociales, la marquesa de Griñón también ha jugado con otras zonas de la casa, como la cocina, una estancia fundamental para ella. Recordemos que la hermana de Ana Boyer es una gran apasionante y aficionada de la gastronomía, por lo que era imprescindible para ella invertir en esta habitación. Además de la mezcla de estilos en la decoración, Tamara a cambiado por completo el estilo de la cocina americana (manteniendo la isla central) que había inicialmente por una cocina en tres acabados.
En estas mismas páginas, Tamara ha desvelado que su habitación favorita es su dormitorio con Íñigo o, como ella misma ha reconocido en AD, "su templo sagrado". Una estancia que conecta con un amplio vestidor para dos y un baño muy sofisticado, que conquistó el corazón del Onieva, tal y como ha desvelado Tamara: "cuando Íñigo vio esta impresionante ducha de piedra dijo: "Nos mudamos", y así fue".