Setenta y cuatro ediciones lleva el Festival de San Remo paralizando Italia durante una semana de invierno. El certamen, que se celebró por primera vez en 1951 en la localidad homónima, es un auténtico fenómeno de pasas en el país trasalpino, que cuenta anualmente con la plana mayor de la industria musical y un destacado número de caras conocidas como presentadores e invitados. La pasada edición contó con la influencer Chiara Ferragni como una de las copresentadoras durante las cinco 'serate' que se prolonga el evento. Y su aparición de entonces le ha generado una inesperada consecuencia económica en forma de multa, que se suma a la tremenda crisis mediática que está viviendo actualmente.
El imperio que ha construido la diseñadora en redes sociales en los últimos años vive un momento crítico. Todo a raíz de una colaboración de Ferragni con una empresa de dulces italianos, por la que se anunció que parte de los beneficios de las ventas de un 'pandoro' con su apellido se donarían a un hospital de Turín. La Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado dictaminó este pasado diciembre que las sociedades de la creadora de contenido debían pagar una multa de más de un millón y medio de euros ya que entendieron que se trataba de una "práctica comercial incorrecta" ya que la propia marca, Balocco, ya había hecho la donación con anterioridad, y las empresas de Chiara recaudaron más de un millón de euros por la iniciativa.
La influencer calificó la decisión judicial de "injusta", anunciando que la impugnaría. Pero esto no fue más que el comienzo de un dominó de escándalos. Desde entonces, han comenzado a salir a la luz otros casos de campañas digitales dudosas, lo que ha generado que, paulatinamente, varias marcas hayan tomado la decisión de dejar de colaborar con la influencer. El emporio que ha construido la de Cremona junto a su marido, el rapero Fedez, (que comenzó con un blog en 2009 y a día de hoy se cifra en 30 millones de seguidores y beneficios astronómicos) comenzado a resquebrajarse.
A todo ello se suma ahora una nueva polémica relativa a la participación de Chiara en el certamen musical, durante la cual acumuló titulares y portadas por sus discursos y sus reivindicativos looks. La empresaria ha sido sancionada por el Tribunal Administrativo Regional del Lacio por la publicidad encubierta realizada a favor de Instagram durante el espectáculo. En una de las veladas, Chiara decidió a abrir en directo y sobre el escenario una cuenta en esta red social a Amadeus, presentador y director artístico de San Remo. Un perfil que en apenas unos días acumuló un millón de seguidores. El citado tribunal entiende que ambos patrocinaron dicha plataforma y, junto a la RAI (la cadena pública italiana) se beneficiaron de ello en una "inteligente jugada de marketing".
La televisión trasalpina ha lanzado un comunicado para intentar desligar la noticia de la sanción, conocida hace unos días pero referida a la edición pasada, de la actual, que está desarrollándose esta misma semana, entre audiencias que alcanzan el 60% de cuota de pantalla y el éxito arrollador de las canciones a competición en las listas de ventas. "La sentencia del TAR se refiere única y exclusivamente a la edición de 2023 del Festival de San Remo y, por tanto, no afecta en modo alguno a la edición de 2024", reza el texto. Por su parte, la influencer no se ha pronunciado todavía respecto de este nuevo varapalo.