Este martes ha comenzado en la Audiencia Nacional la primera sesión del juicio del caso Nummaria. Ocho años después de que comenzase la instrucción de la trama en la que se han visto implicados varios famosos españoles por irregularidades y problemas con Hacienda. Dos de ellos son Ana Duato e Imanol Arias, que han acudido esta mañana a la vista oral celebrada en la sede de dicho órgano judicial en Madrid. El actor leonés, con su futuro judicial despejado, en tanto ha alcanzado un acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción para evitar la prisión. Por su parte, la actriz valenciana, que reivindica su inocencia, se ha opuesto a firmar pactos con el ministerio público. ¿Cuál es el motivo de dicha decisión?
La pareja de intérpretes, dos de los rostros más conocidos de la escena española, lleva años generando titulares por sus problemas fiscales. El mencionado proceso judicial recibe su nombre del despacho de abogados que, presuntamente, habría evadido los impuestos de sus clientes a través de sociedades, y ha derivado en la acusación contra Ana e Imanol (entre otros implicados) por supuestos delitos contra la Hacienda Pública. En el caso de Duato, está acusada formalmente de siete delitos fiscales debido a un presunto fraude fiscal de 1,9 millones de euros (de los que ha regularizado aproximadamente la mitad).
Ana ha rechazado cualquier tipo de acuerdo para evitar una pena de prisión. Esto choca frontalmente con la estrategia de Imanol, que ya conoce cuál será el resultado del proceso: al haber reintegrado el importe de 2,7 millones de euros en los que se cuantificaban sus seis delitos fiscales y, fruto del pacto, recibirá una pena inferior a los dos años sobre los veintisiete que se le pedían. La intérprete ha preferido seguir adelante con el proceso. Y hay un motivo tras ello: como ella misma indicaba a Vanitatis en una entrevista previa al inicio de la vista oral, no se ha planteado pacto alguno porque esto supondría "reconocer unos hechos que no he cometido", algo a lo que se niega en rotundo.
Ana había evitado pronunciarse sobre el caso. Pero en septiembre del año pasado, cerrado ya el proceso de instrucción, consideró que ya podía hablar "abiertamente". Reivindicando su inocencia, la intérprete reflexionaba sobre la situación de indefensión en la que había estado durante años, el impacto sobre su imagen pública y su trabajo (admitiendo no haber recibido ofertas de trabajo en estos años, más allá de su participación en 'Cuéntame) o sobre su familia y entorno íntimo. Duato reconocía, por ejemplo, que sus dos hijos, Miguel y María Bernardeau, lo pasaron mal al darse cuenta de que, públicamente, su madre había pasado de ser "una mujer querida a una villana".