Liam Payne ha fallecido a los 31 años de edad al precipitarse de un tercer piso mientras se encontraba en un hotel de Argentina. La muerte del exmiembro de One Direction, que se producía durante la tarde de este miércoles 16 de octubre tras sufrir lesiones incompatibles con la vida, ha dejado en shock a sus millones de seguidores alrededor del mundo.
Aunque los dueños del establecimiento habían informado anteriormente a la Policía sobre la presencia de “un hombre agresivo que podría estar bajo efectos de drogas o alcohol” con motivo de su comportamiento, por el momento se desconoce si los hechos sucedieron de forma accidental. Sin embargo, son varias las ocasiones en las que, tras la disolución del grupo, el británico se había pronunciado acerca de los duros episodios a lo largo de su trayectoria que le habían llevado a pensar en el trágico desenlace.
Durante los seis años que la banda permaneció en activo, sus vocalistas, -Niall Horan, Harry Styles, Louis Tomlison, Zayn Malik y Liam Payne-, se convirtieron en cinco de los artistas más relevantes de todos los tiempos. Sin embargo, la gran presión a la que estuvieron sometidos los que grabaron hasta cinco álbumes y recorrieron el globo con cuatro giras, convirtió su travesía en la industria musical en un camino de luces y sombras.
En el caso de Liam, durante una charla con el exsoldado Ant Middleton, hizo una confesión que hasta entonces no había revelado de forma pública: “Tengo mucha suerte de estar aquí todavía. Es algo que nunca he compartido con nadie”, comenzó señalando.
Aunque con sus palabras afirmó no poder “profundizar demasiado” porque no sabía “cómo se sentía al respecto” y todavía no había “reparado su paz”, sí que quiso recalcar las razones por las que estuvo a punto de terminar con su vida: “Hay momentos en los que ese nivel de soledad y la gente metiéndose en ti todos los días, entrando en ti todos los días, de vez en cuando te hace preguntarte cuándo terminará esto. Eso casi me mata un par de veces cuando he estado en un mal lugar. No tiene sentido negarlo, definitivamente ha estado en el menú un par de veces en mi vida”, se sinceró.
Sin embargo, Payne supo encontrar las herramientas necesarias para hacer frente a los pensamientos contra los que tuvo que luchar entonces: “Tuve mucha suerte de tener gente realmente genial a mi alrededor y simplemente descubrir una forma diferente de verlo. Ya sabes, cuando las cosas empiezan a acumularse una encima de la otra es cuando realmente te puede atrapar. Realmente tienes que cambiar de opinión al respecto, solo hay una cosa que controlas dentro de esta situación y esa cosa eres tú”, sentenció.
A pesar de la ayuda con la que contó Liam, en el podcast Diary of a CEO también quiso hacer alusión a la soledad que le llevó a padecer depresión y adicciones: “Cuando estábamos en la banda, la mejor manera de asegurarnos por lo grande que se hizo fue encerrarnos en nuestras habitaciones. Lo único que necesitas es libertad para tomar decisiones y para hacer cosas y fue lo único que, aunque podíamos hacer lo que quisiéramos, siempre estábamos encerrados en una habitación de hotel por la noche”, explicó.
Es en ese lugar donde, tras bajar de cada escenario al que se subió junto a sus compañeros, comenzó su consumo compulsivo de alcohol: “Por supuesto, ¿qué hay en la habitación? Minibar. En cierto momento pensé: Voy a hacer una fiesta para uno’, y eso pareció continuar durante muchos años de mi vida. Y luego miras hacia atrás, cuánto tiempo has estado bebiendo y dices ‘es mucho tiempo’, incluso para alguien que es tan joven como yo”, aseguró.
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