A pesar de contar con casi 400 mil seguidores en Instagram, Alex Domenech es consciente de que no se le conoce de verdad. Encerrarse en sí mismo, una tendencia que admite que ha de corregir, le impide mostrarse en redes sociales tal y como es. Y eso da pie a prejuicios. Pero el hermano de Dulceida, título que lleva con orgullo, ha optado por derrivarlos en la que es su primera entrevista en un plató de televisión, en este caso 'Sobreviviré', donde ha charlado con su amiga Nagore Robles sobre la cara B de un oficio con serias consecuencias para la salud mental del que lo ejerce.
Los pros de dedicarse a la creación de contenidos no hace falta enumerarlos. Cualquier centennial diría que su sueño es triunfar como influencer. Sin embargo, Alex (que ha logrado con creces cumplir este hito) también ha querido reivindicar que detrás de este universo de brillos, likes y desfiles se dan una serie de problemas psicológicos como los que su hermana ha verbalizado a raíz del acoso sufrido por contar su separación de Alba Paul. Algo que él padeció por una situación similar pero que nunca se atrevió a contar.
La primera vez que lo pasó realmente mal por culpa de las redes sociales fue a raíz de su primera ruptura. El hecho de que medio millón de personas estuviese opinando sobre su relación provocó en él tal machaque que estuvo al borde de dejarlo todo. "Estaba tan mal que cogí a mi amigo Álvaro Mel, me fui dos semanas de viaje y estuve a punto de irme a vivir fuera de España", ha confesado en este programa que puedes ver cada tarde, a partir de las 14:50 horas, en mitele PLUS.
Esto derivó en un estado de ansiedad que ahora define como "lo peor que te puede pasar en el mundo" y que antes de experimentarlo banalizó. "Mi hermana lo tuvo antes que yo y me reía de ella. Le decía: 'Eres una ridícula, te lo provocas tú". Hasta que me pasó a mí". De ahí pasó a sufrir agorafobia ("No podía salir a comprar el pan, me daban taquicardias con tocar el pomo"), un trastorno que le ha "marcado de por vida" que le ha impedido volver a disfrutar de su privilegiada realidad como ante.
"Lo paso tan mal que no me merece la pena", ha asegurado Alex Domenech en 'Sobreviviré'. "No me encontraba bien en ningún sitio, para seguir así prefería morirme". Tras probar tratamientos naturales que no funcionaron, su estado iba cada vez a peor, y su madre (Anna Pascual, la mujer que está detrás de la marca Dulceida y de su exitosa agencia de representación) le llegó a decir que si se negaba a ir al hospital a pedir ayuda llamaría a la policía para que le obligasen.
Un durísimo testimonio que este prescriptor de moda jamás se atrevió a compartir con sus fans por "no influir a nadie para mal" y que espera que en un futuro, "cuando lo supere", pueda transformar en experiencia para ayudar a otros que atraviesan por lo mismo. "Me llegan a dar ataques de pánico, me quedo engarrotado. Son sensaciones que piensas: 'Ya puede venir un médico porque yo siento que me estoy muriendo'. Basta ya con el estigma que hay en torno a la cabeza", ha manifestado en un alegato en pro de la salud mental.