Podemos decir que es un gran orgullo cuando vemos a una de nuestras actrices patrias triunfando al otro lado del charco. Y esto es lo que nos pasa cuando vemos hasta dónde ha llegado Ana de Armas. En nuestro país la vimos por primera vez en El Internado y, después, poco más supimos de ella a nivel nacional. Pero que no supiéramos no quería decir que no estuviera trabajando duro. En 2017, la actriz participó en la producción americana Blade runner 2049 y se convirtió en toda una estrella internacional.
Desde ese momento, Ana no ha parado de trabajar en Estados Unidos. Ahora, todos los focos se centran en ella desde que comenzara una relación con el actor Ben Affleck, por lo que su vida personal ha empezado a interesar tanto a los medios españoles como a los americanos. Pero antes de Ben, vinieron otros hombres que marcaron su vida...
Ana Celia de Armas Caso nació hace 31 años en Santa Cruz del Norte, en Cuba. Al cumplir la mayoría de edad inició los trámites necesarios para obtener el pasaporte español y pronto pudo trasladarse a Madrid, donde consiguió un papel en El Internado. Trabajó durante toda la serie, excepto en la séptima y la última temporada, interpretando a Carolina Leal y compartiendo escenas con actores como Yon González, Martiño Rivas, Elena Furiase y Blanca Suárez.
Fue en el año 2011, cuando Ana pasó por el altar. La actriz se casó con, el también actor, Marc Clotet tras unos años de relación. La boda fue toda una sorpresa, ya que no transcendió casi información y solamente se supo que se había celebrado en la Costa Brava. A pesar de la buena noticia, el matrimonio no funcionó bien durante los primeros meses y, por eso, dos años más tarde decidieron tomar caminos separados. La pareja se divorció en 2013. Años despúes, Clotet comenzaría una relación con la actriz Natalia Sánchez, con quien tiene una hija, Lía, y, ahora, esperan la llegada de su segundo retoño.
Después de grabar varias producciones en España, como Hispania, Mentiras y gordas o Por un puñado de besos, la actriz decidió, en 2014, poner tierra de por medio y marcharse a Hollywood a probar suerte. Al llegar no tardó en conseguir trabajo y pronto empezó a rodar Knock Knock de Eli Roth junto a la actriz chilena Lorenza Izzo y el actor Keanu Reeves. Tras esta, se sucedieron otras películas americanas como Manos de piedra junto a Robert De Niro y Édgar Ramírez; Exposed, de nuevo junto a Keanu Reeves; War Dogs junto a Miles Teller y Jonah Hill y Overdrive junto a Scott Eastwood y Gaia Weiss.
A su llegada a la meca del cine, Ana comenzó una relación con el director español David Victori. Tras acabar su relación con Victori, la actriz conoció en un casting al actor estadounidense Franklin Latt, con quien contó haber sentido un flechazo. Fue amor a primera vista y, según cuenta, ambos se quedaron prendados el uno del otro. Prueba de ello quedó en las redes sociales, donde la pareja comenzó a lanzarse indirectas y mensajes de amor.
Pero su flechazo con Latt no cuajó y en la película Manos de Piedra conoció a Édgar Ramírez, un actor venezolano muy asiduo a las producciones americanas y quien interpretó a Gianni Versace en su propia serie. La química entre ellos fue más allá de la gran pantalla y pronto se les pudo ver paseando su amor por las alfombras rojas, aunque cierto es que ese amor duró muy poco.
Su última relación, antes de enamorarse de Ben Aflleck, fue con el artista cubano Alejandro Piñeiro, con quien se le pudo ver en numerosos actos, como en el estreno de Blade Runner 2049, en el que participó junto a Ryan Gosling y Harrison Ford. Aunque ninguno de los protagonistas lo confirmó nunca, también se ha relacionado a Ana con el hijo de Clint Eastwood, Scott, y con el director de cine Benicio del Toro.
A principios de febrero, Ana de Armas y Ben Affleck fueron captados en una playa de Cuba en actitud muy cariñosa. Ambos habían coincidido grabando la película Deep Water en 2016. El actor había estado casado junto, a la también actriz, Jennifer Garner durante trece años, pero el matrimonio se rompió por los problemas de adicciones que tuvo Ben. Aún así, la expareja guarda muy buena relación por el bien de sus tres hijos, Violet, Seraphina y Samuel. Ahora, todo apunta a que Ben ha rehecho su vida de la mano de Ana, con quien vive en su mansión de Los Ángeles.
Durante estos últimos meses de pandemia hemos podido ver a la pareja dando paseos por su urbanización junto a sus perros o yendo a comprar juntos. Estos paseos son lo único que nos puede confirmar que la pareja está junta y su relación sigue adelante, ya que, tanto Ana como Ben, son muy discretos con su vida privada en sus redes sociales. Eso sí, no cabe duda de que entre ambos existe una gran sintonía y están muy enamorados.