Beatriz Luengo siente verdadera devoción por la música, pero hay dos personas por las que su pasión se multiplica. La intérprete de ‘Caprichosa’ se derrite con sus dos hijos, D’Angelo y Zoe. Ilusionada y emocionada con el lanzamiento de GPS, su nuevo trabajo junto a Yotuel Romero en el que hacen un repaso a su longeva historia de amor, la artista se ha sincerado sobre los malabares que tuvo que hacer para conciliar la maternidad con su exitosa carrera musical tras el nacimiento de la pequeña de la casa.
La cantante explicaba a ‘El Español’ que le resulto bastante complicado durante el primer medio año de vida de la pequeña debido a que tenía que cuadrar su trabajo con la lactancia materna exclusiva. “Con esto de la pandemia, pues, con muchos nervios, cuidándolo mucho para que estuviera en un ambiente de protección. Durante los seis primeros meses, lo único con lo que he alimentado a mis hijos ha sido con el pecho. Ni agua. Después ya vino la comida, entonces era breastfeeding y comida. Ahí ya estaba más libre”, explicaba.
A la bailarina le resultó “muy difícil controlar los tiempos con la prensa” cuando tuvo que promocionar la canción de la Eurocopa y su colaboración con Darell. “Yo estaba, literal, con la niña y con mi madre, y tenía una entrevista cada 20 minutos. Mi publicista me decía: ‘Te he parado de 11:30 a 12 para que la niña coma’. Y yo le decía: ‘Pues a lo mejor a esa hora está dormida”, ponía este ejemplo para que se comprendiera su situación. “Tengo una meta como mamá y la quiero cumplir. Y tengo otra como artista, que también. Entonces ahí me manejo”.
Sobre esta postura, Beatriz reconocía en un post que un documental de Serena Williams le marcó mucho. “Ella decía que se propuso volver a ser la mejor tenista del mundo después de parar su carrera por completo para ser madre. En el docu se la ve entrenando duro, con miedos, dudas, cansancio. Lo consiguió, volvió a ser la número 1 e inspiró a todas las mujeres”, resumía Beatriz, que está convencida que lo mejor que puede hacer es darle a la niña “lo que necesita pero sin dejar de perseguir mis sueños. Porque es la mejor enseñanza que le dejo a mi pequeña mejorcita, que no abandone nunca sus metas”.