Blanca Suárez ha querido mandar un potente mensaje a las mujeres mediante una campaña publicitaria en la que ella es protagonista. “Etiquetas sobre nuestro cuerpo, sobre nuestra personalidad, sobre nuestra edad… Ha llegado el momento de liberarnos, de romper con las etiquetas que nos imponen”, animaba a todas las mujeres a dejar atrás todos aquellos prejuicios y conclusiones previas que las oprimen. “Este es nuestro momento. Es el momento en el que ser tú misma te cueste menos”, exclamaba con garra en este anuncio para Etam.
La actriz ha concedido una entrevista enfocada al feminismo y ha confesado que a lo largo de su trayectoria “no he sentido que se me haya valorado más por el físico que por mi talento”, pero sí que ha notado que a veces han cuestionado y valorado su aspecto físico. “Cada día que me levanto practico el mirarme al espejo y el aceptarme, el gustarme. Incluso cuando tu cuerpo cambia, tu cara cambia, tu pelo cambia… Todos cambiamos, crecemos y nos hacemos mayores, y hay que hacer un trabajo de aceptación”, afirma Suárez en esta charla, considerando la autoaceptación como un proceso "largo y a veces complicado".
Pese ser cuestionada en ocasiones a razón de su cuerpo, la intérprete no cree que “el hecho de ser mujer me haya condicionado para nada”. Admite, respecto a este punto, haber tenido mucha suerte por la educación recibida en casa desde bien pequeña. “A mi hermano y a mí nos han inculcado una absoluta igualdad en todos los aspectos de la vida desde que nacimos. Entonces tenemos muy integrados que ha de ser así. Creo que con eso por delante se llega bastante lejos”, comenta Blanca, que reconoce que crecer en este ambiente ha hecho que nunca se plantee que “alguien pueda coartar mis posibilidades en todos los aspectos de mi vida por el hecho de ser mujer”.
En un test realizado para 'Cosmopolitan' sobre este movimiento social, Blanca afirmaba que una de las mujeres que más le han marcado en la vida ha sido su abuela. Eso sí, dejaba muy claro que todas las mujeres han aportado su granito de arena en la lucha por igualdad en este último año y que no existe una desigualdad de género que sea más leve que otra. “Una desigualdad es una desigualdad, ¿de verdad son comparables o susceptibles de colocarse en una lista por nivel de gravedad? Que no experimentemos personalmente algunas de ellas no les resta importancia”, era contundente Suárez, que de pedir un deseo sería el "que no fuese necesario reivindicar derechos básicos nunca más".